La visibilidad de las comunidades indígenas y afrodescendientes se vuelto un tema urgente a tratar y resolver. Pese a búsqueda de correción política e inclusión, las comunidades continúan luchando por abrirse espacios en territorios coptados por minorías privilegiadas. De ahí, la necesidad de señalar las prácticas de racismo y clasismo que abundan en el medio del cine. Tal es el caso de la reciente acusación a la AMACC de racismo sistemático.
La representación, reflexión y congruencia es algo que se esperaría en algún evento que pretenda hablar de la posición de grupos vulnerables. Como las comunidades indígenas y afrodescendientes y su incursión en espacios antiguamente dedicados a una sola mirada. Así fue como se dio la acusación a la AMACC de racismo sistemático, una apuesta por la visibilidad que derivó en críticas y señalamientos. El pasado 28 de agosto, se llevó a cabo un conversatorio bastante peculiar.
La actividad, correspondía al ciclo «Voces y temas del cine mexicano: un encuentro con nuestra realidad. Dicho conservatorio llevaba por nombre: «La mirada indígena y afrodescendiente«, pero el problema no fue el título, sino la incongruencia del mismo. Esto, debido a ninguno de los tres panelistas pertenecía a la comunidad indígena ni afrodescendiente. Lo cual, valió la acusación a la AMACC de racismo sistemático por tratar de abordar un tema en voz de personas que no viven en carne propia la experiencia.
Así fue como la acusación a la AMACC de racismo sistemático levantó revuelo en redes sociales donde los usuarios abordaron el tema desde la burla y algunos otros, la indignación. Usuarios externaron lo incongruente que resultaba la participación de los cineastas Nicolás Echevarría y Alberto Cortés, así como el cinefotógrafo Gabriel Hernández Tinajero. Al tratarse de un conversatorio cuyo título decía «mirada» se entendía que quien debía abordarlo, eran afrodescendientes o indígenas.
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La polémica creció en redes sociales, al grado de lograr que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas emitiera un comunicado. En él, se dirigen a la comunidad cinematográfica en respuesta a las reacciones surgidas a partir de la viralización del conversatorio. La acusación a la AMACC de racismo sistemático les pareció innecesaria ya que según ellos, se trató de una confusión y un problema de logística.
Para el último ciclo, fueron invitados los directores Alberto Cortés («El maiz en tiempos de guerra»), Nicolás Echevarría («Eco de la montaña»), y Luciana Kaplan («La revolución de los alcatraces»), quien no pudo asistir y fue representada por el fotógrafo Gabriel Hernández Tinajero. Jorge Pérez Solano (‘Espiral») y Angeles Cruz («Nudo mixteco») también fueron invitados pero no pudieron participar. La conducción estaba prevista para Xun Sero, quien no pudo moderar el conversatorio debido a su ausencia de la Ciudad de México. Los participantes discutieron sus propias películas. Lamentamos que, debido a una omisión, el título del conversatorio se mantuvo como «La mirada indígena y afrodescendiente», aunque no participaron cineastas de estas comunidades en esta ocasión. Sin embargo, aclaramos que en ningún momento se pretendió suplantar estas voces.
Cabe destacar que antes de la acusación a la AMACC de racismo sistemático, este mismo instituto había llevado a cabo una muestra con nueve títulos importantes. Todas las películas seleccionadas habían sido producidas con el apoyo del Estímulo a la Creación Audiovisual para Cineastas Indígenas y Afrodescendientes de México y Centroamérica. Esto, con el objetivo de dar testimonio de la actualidad que viven los pueblos originarios y afrodescendientes de México y Centroamérica.