El futurismo es un movimiento fascinante e importante dentro de las corrientes artísticas que integraron las vanguardias europeas del siglo XX. Fue fundado en Italia por el poeta, dramaturgo y editor Filippo Tommaso Marinetti, quien redactó el Manifiesto del Futurismo (1909).
Todo comenzó en la literatura pero también tuvo un gran impacto en la pintura. Pues gracias a este, se dieron paso a movimientos artísticos como el surrealismo, pasando de igual manera por un tipo de pensamiento e incluso ideales como el fascismo; pero en esta ocasión nos centraremos meramente en la pintura.
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“…afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido de una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras, con su radiador adornado de gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil que ruge, que parece correr sobre metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia”
Manifiesto del Futurismo
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Características del Futurismo
¿Y cómo identificamos el futurismo? Bueno, el movimiento en sí buscaba romper con la estricta tradición que marcaba los cánones en el arte y la poesía principalmente. Fue así, como este conjunto de ideas ganó fuerza para proponer ideas nacionales, el ser irreverente y la exaltación de lo sensual, con un poder y agresividad implícita.
El futurismo era velocidad y una pasión desmedida por la energía y la tecnología; estos elementos se traducían en formas, ritmos, colores, transparencias y repeticiones de imágenes. Y la base en la que se sostenía era la lucha, la revolución y el rechazo a lo “cuadrado”, a todo lo impuesto. A continuación un breve repaso por tres de sus representantes que más influencia tuvieron en la pintura futurista.
Carlo Carrà
Carlo Dalmazzo Carrà fue un pintor italiano, uno de los pilares del futurismo ya que se desenvolvió en 2 áreas, tanto pintura como literatura y poesía. Se caracteriza por sus pinturas siempre en busca de una imágen clasíca-arcaíca, además era un apasionado de la tecnología. De su obra, cabe destacar Los funerales del anarquista Galli, Penélope, Ídolo hermafrodita, La habitación encantada y por supuesto los ensayos sobre pintura metafísica.
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Giacomo Balla
Giacomo Balla, otro de los exponentes más notables de esta corriente, el pintor en un inicio como la gran mayoría, se movía más en lo académico. Sin embargo terminó uniéndose a las filas del futurismo, ya que el artista se dedicó a explorar en sus lienzos el movimiento y la velocidad como tal. Por ejemplo el cuadro del Perro con correa (1912). Entre sus obras más populares se encuentra: La mano del violinista (1912), Chica corriendo en un balcón (1912) y Vuelo de golondrinas (1913).
Sus obras tratan a profundidad, además del movimiento del objeto y sujeto, estudian el comportamiento de la luz simultáneamente.
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Umberto Boccioni
Y llegamos al principal exponente del futurismo: Umberto Boccioni, un pintor y escultor italiano que fue pieza clave del movimiento en todos los ámbitos.
Se interesó por todo lo referente a la sociedad industrial moderna, influido también por el simbolismo, el expresionismo de Munch y claro por Marinetti; la obra de Boccioni encontró su camino a partir de 1910. Sus pinturas giraron alrededor dinamismo, el color complementario y la simultaneidad. Entre sus obras cabe destacar La ciudad que surge (1910), La calle ante la casa (1911), Tumulto en la galería (1910), Estados de ánimo, Las despedidas (1911) y Fuerzas de un camino (1911).
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Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.
