La empresa All Music Workse se posicionó como la primera compañía discográfica integrada por “artistas digitales” creados mediante inteligencia artificial. El proceso de creación de estos “artistas” comienza de manera analógica tras haber analizado estudios de tendencias que se emplean para imaginar al personaje y caracterizarlo.
Este proyecto apuesta por cambiar el paradigma de la industria por su eficiencia creativa y de recursos. Según el fundador de la primera compañía discográfica española, en su empresa son capaces de hacer en un mes y con una décima de presupuesto, lo que un monstruo como Warner con 10 artistas en los que tiene que invertir 10 millones de dólares y que tardaría 1 año en desarrollarlos y producirles un videoclip.
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La empresa se presenta como un “colectivo creativo” que actúa como sello discográfico en el que se incluye a expertos de la industria musical y que conforman el talento humano que se encarga de vigilar la legalidad de los derechos creativos. Sin embargo, como todo lo elaborado mediante inteligencia artificial, aún se debate qué se considera creatividad y si para serlo tiene que existir una parte humana.