El arte es una de las formas más sublimes de la expresión humana. Sin embargo, desde tiempos antiguos, se le ha dado un valor que es perfecto a la hora de hacer intercambio comerciales. Últimamente se ha descubierto que muchas de las familias más ricas del mundo lo utilizan para evadir impuestos. Además es una de las formas predilectas para invertir ganancias obtenidas ilegalmente. Te contamos aquí lo más importante de la relación entre el arte y lavado de dinero.
¿Por qué es fácil usar el arte para lavar dinero?
Empecemos por lo más obvio. El arte no tiene un valor más allá de que le da el ser humano. Es decir, si un pintor invierte $300 pesos en el lienzo, la pintura, los pinceles, etc., este será un costo que no necesariamente influirá en el precio final de la obra. Este precio final se le da por diversas razones pero la mayoría de ellas son subjetivas. Es decir, si le gusta a la gente tu pintura, esta vale más, punto.
Esto permite que los precios no sean algo fijo, por lo que es fácil que se pueda ocultar el costo real y se relacione así, el arte y el lavado de dinero.
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Formas de lavar dinero con el arte
Dicho esto, es sencillo que alguien anonimamente compre una obra en un costo, manipule el reporte del costo de la obra y así pueda evadir el pago de impuestos en su país. Esto se logra al reportar un costo menor y llegar a un acuerdo con el comprador de que el resto sea liquidado en efectivo, por lo que se convierte, además, en un paraíso para los delincuentes que requieren usar de estos métodos para ocultar su fortuna.
Otra forma es que el dueño de una obra se autocompre la misma usando dinero ilícito. Esto sucede así: convocas a una subasta, te aseguras de que nadie puje más del dinero que quieres lavar. Por ende, ganas tu propia subasta y te autopagas ese dinero que de inmediato pasa a ser dinero limpio. ¿Y qué sucede con la obra? Simple, la vuelves a guardar y nadie se va a preguntar en dónde está ya que lo más obvio es que una vez comprada, esa obra no vuelva a aparecer en el mercado.
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Casos famosos
Quizás los casos más famosos del uso del arte para lavar dinero sean los de los narcotraficantes más célebre. Uno de ellos fue Pablo Escobar, que cuando se le confiscó la famosa Hacienda Nápoles, fueron descubiertas pinturas con valor que se elevaba a las decenas de millones de dólares. Estas obras eran uno de los métodos que el colombiano usaba para no tener que justificar sus ganancias ilícitas.
Otro de estos casos fue el de los hermanos Rodríguez Orejuela, el cual fue un escándalo mayor ya que se demostró que se usó el dinero para financiar una campaña presidencial. Esto fue gracias a que Fernando Botero Zea, hijo del pintor más famosos de Colombia, negoció con pinturas de su padre con el Cártel de Cali el financiamiento de la campaña del candidato a presidente. Al ser obras sin un valor fijo en el mercado, se pudieron pagar millones de dólares sin que nadie dijera nada.
En fin, el mundo del arte puede ser muy bello, sin embargo, no hay que perder de vista casos de este tipo que desvirtúan el valor del mismo y lo convierten en una de las duplas más peligrosas financieramente hablando. El arte y el lavado del dinero son usados en el mundo criminal para evadir responsabilidades. Además, salir del ojo del gobierno mientras sigues haciendo cosas que perjudican al mundo entero.
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Ruy Martínez
Músico de profesión; periodista de oficio. Reportero en Indie Rocks! y donde se me invite. Lector activo. Amante de el cigarro y la buena (y mala) cerveza.