En noviembre de 2022, la firma de moda estadounidense Guess lanzó una colección para el Otoño/Invierno con elementos del icono del arte urbano, Banksy por lo que el artista demandó y a través de su cuenta de Instagram hizo un llamado a «expropiar» de los aparadores las prendas, señalando que si su arte fue tomado sin permiso, se podía hacer lo mismo con la ropa. Este año, la firma enfrenta una nueva demanda, por las mismas circunstancias.
Patrick Griffin, hermano del reconocido artista urbano Nekst cuya carrera artística fue muy prolífica en la década de los noventa, se presentó en el Distrito Central de California junto al artista urbano danés Robin Ronn, mejor conocido como Bates para presentar una demanda donde aseguran que las impresiones de las prendas de Guess son reproducciones de las etiquetas o «tags» reales de los artistas. Afirman que al publicarse la colección, mediante sus redes sociales, fueron interrogados sobre si se trataba de una colaboración oficial con la marca.
Los documentos judiciales señalan que Guess se enfrenta a esta demanda por emplear, sin consentimiento de autor, las firmas de los artistas mientras que la cadena de almacenes Macy’s se benefició de las ventas de la ropa perteneciente a la firma estadounidense en sus tiendas. La relatoría de los hecho afirma que Nekst es reconocido como un pionero del arte callejero y que por ello, cualquier fan reconocería al instante su firma al igual que el trabajo de Bates cuyo arte incluso, aparece en libros como «The History of American Graffiti«.
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El par de demandantes acusan a Guess de dañar la reputación de los artistas al vender la falsa idea de que Nekst y Bates son traidores de la causa dispuestos a cambiar su independencia artística, legado y credibilidad por una suma cuantiosa y rápida de dinero. El hermano de Nekst argumentó que el artista trabajó incesante por mantener su trabajo auténtico por lo que este atropello de Guess resulta atroz.
Aparentemente, Guess y Macy’s continuaron con la venta de la mercancía donde se podían apreciar las firmas de Nekst y Bates pese a haber recibido una carta de cese y desistimiento. Sin embargo, dejaron de vender los artículos luego de que se realizó la demanda judicial y pese a ello, algunas de las camisetas aún son localizables en sitios web de reventa.