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Bridget Riley: pintora del abstraccionismo y la ilusión óptica

Bridget Riley continúa siendo una leyenda viva del Op Art. Es una pintora inglesa, figura destacada dentro de este movimiento artístico, quien también creó complejas configuraciones de formas abstractas diseñadas para producir efectos ópticos llamativos. La pintora comenzó su carrera en el semi impresionismo y más tarde al profundizar en otras corrientes se sintió segura con el puntillismo que es una rama del divisionismo.

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Acercamiento al arte abstracto

Bridget Riley nació el 24 de abril de 1931 en Norwood; allí estudió entre los años 1949 a 1952 en el colegio normal superior de Norwood, donde se especializó en dibujo, y más tarde en la Royal Academy. A finales de la década de 1950 descubrió una pasión por el puntillismo gracias a Georges Seurat, ya que el pintor Maurice de Sausmarez, gran admirador de la obra de Riley, a la que más tarde dedicaría un trabajo monográfico (1970), la persuadió para estudiarlo. Sin embargo, Bridget Riley alcanzó una gran reputación a través de las obras abstractas que ejecutó en la década de 1960.

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Características de su obra

En cuanto a la obra de Bridget, a través de sus creaciones explora las posibilidades de los fenómenos ópticos que alteran y desorientan la visión y la percepción del espectador. Sin embargo, frente al carácter comercial que muchas veces se ha asociado con el op art, la artista británica reivindica que el origen de su práctica artística se encuentra en el postimpresionismo francés, y así lo demuestran sus primeros paisajes en colores vivos siguiendo sus postulados. 

Pues fue una artista que incluyó magníficamente los colores en su obra gráfica, con un estudio del color y la técnica bien puntual. Los colores puros en sus obras aparecen por primera vez en 1967 y los combina siguiendo los principios de armonía y contraste. Esto le permitió ampliar las posibilidades ópticas en sus trabajos e interesarse más por la luz, pero al mismo tiempo introdujo en ellos un cambio fundamental.

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Por ejemplo sus obras coloridas tienen un elemento característico como el uso de rayas verticales en trabajos como Late morning (1967). Experimentando con los efectos que los tonos fríos y cálidos producen sobre un fondo blanco. Su trabajo vibrante continuó evolucionando hasta que incorporó una paleta egipcia a partir de la década de los ochenta en trabajos como Achæan o Ra en 1981. La gama de colores la artista la configuró tras la inspiración de un viaje a Egipto en 1979 y se basa en los tonos de las tumbas egipcias y en los colores de los paisajes locales.

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Su estilo pasó por diversas etapas, en algunos trabajos las figuras parecían avanzar, después avanzan y retroceden alternativamente creando la ilusión de profundidad. El ritmo y la repetición fueron para Riley las raíces del movimiento e indica que “lo que está en la tela es un trampolín que te hace ver más”.

Entre sus más conocidas pinturas abstractas son los siguientes: Fisión (1963, MOMA, Nueva York); Hesitate (1964, Tate Collection, Londres); Arresto 2 (1965, Museo de Arte Nelson-Atkins, Kansas City); Achaian (1981, Tate Collection, Londres); y Shadowplay (1990, Museo Fitzwilliam, Cambridge).

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