La música no comprende límites. Sin embargo, para fines de producción y comercialización, el tiempo sí representa muchas veces un obstáculo difícil de sortear. Establecer un criterio de selección entre creaciones extensas también representa algo complicado. A pesar de lo laborioso, Yaconic te comparte esta lista con las canciones más épicas de larga duración.
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Sister Ray, de The Velvet Underground
La voz de sonido seco de Lou Reed y el duelo de guitarras que entabla con Sterling Morrison, junto con el golpeteo preciso de Mo Tucker y las secuencias intermitentes del órgano de John Cale, ofrecen una pieza musical que pasa de lo sencillo a lo caótico por su complejidad.
Durante poco más de 17 minutos, lo que la convierte en una de las canciones épicas de larga duración, Sister Ray sintetiza el icónico sonido de la banda de rock progresivo. Una creación a modo de sello para la posteridad, elemento básico de la discografía de The Velvet Underground.
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7empest, de Tool
Representa la síntesis del metal progresivo que la legendaria banda estadounidense ha representado. Una pieza sonora exhaustivamente emocionante.
La pauta musical la cimenta el guitarrista Adam Jones, con un dejo de malicia y una poderosa intensidad que inspiró los alucinantes riffs de Danny Carey y Justin Chancellor. En quince minutos la voz de Maynard James escupe desinterés y furor que convierten a este delirio colectivo en una de las canciones más épicas de larga duración.
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Venice Bitch, de Lana Del Rey
Del álbum Norman Fucking Rockwell, la letra sencilla, no por ello menos suculenta, sugiere lo prolongado de la calma. No obstante, la textura sonora parece oponerse al dominio de la voz, para incomodar la quietud musical de una guitarra que pronto se ve desconcertada por sintetizadores y la alucinación a la que nos invita Lana.
La nostalgia típica y recurrente de la artista provoca desconcierto en esta pieza, y se torna melancolía. Una de las canciones más épicas de larga duración, tan hermosa como difícil de entender.
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Maggot Brain, de Funkadelic
Es una canción ideal para momentos que requieren erotismo. También es una de las canciones más épicas de larga duración.
Se caracteriza por un descanso de aproximadamente diez minutos, lo que la vuelve una pieza útil e idónea para su reproducción y mezcla. A su vez, es un reto tortuoso pero delirante para quienes quieran convertirse en un haz de la guitarra.
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Fools Gold, de Stone Roses
Mediante ondulantes ritmos de percusión y guitarra, aunados a sonidos y voces que navegan a la deriva , esta sensacional pieza de funk, baile y por supuesto, psicodelia, sugiere la obsesión de la hipnosis que previamente encanta.
Es un clásico, una oda a la admiración de lo exótico. Representa una de las canciones más épicas de larga duración, debido a que es un punto fijo en la marejada de lo caótico de la sociedad.
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In/Flux, de DJ Shadow
Simboliza la fusión de géneros convertidos en un momento musical que sugiere tintes de Hip Hop, Jazz y algo de Soul, sin sonar precisamente a eso, pero con un toque de todo.
Son 12 minutos de la primera melodía de Dj Shadow que conglomeran para después disgregar, sonidos que detienen y restablecen un ritmo, que después se testerea, da giros y vuelve a comenzar. Lo que inevitablemente deviene en lo glorioso de una pieza realmente transformadora de emociones. Sin duda es una de las canciones más épicas de larga duración.
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300 Bars & Runnin, de The Game
Es un track extrañamente generoso y salvaje a la vez. Compuesto por líneas y rimas poderosas de más de 14 minutos, que figuraron como terapia rítmica a un rapero que derramó sangre en el estudio y en la vida.
Es el despilfarro oral de rap que advierte explícitamente su lenguaje pesado. Así, el rapero estadounidense nativo del consolidado Compton, reprodujo más de 26 cambios de ritmo. Una de las canciones más épicas de larga duración, venganza lírica de The Game contra sus allegados de la costa este.
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Untitled #8, de Sigur Ros
El laberinto musical de la banda ofrece la salida sinuosa, pero deleitante, de una pista que te invita a perderte un rato. Con sus casi 12 minutos de longitud, refleja el sonido en capas característico de la banda islandesa de post rock.
La pista inicia tranquila y parpadeante, con la voz tenue pero penetrante de Jón Birgisson. En un cambio súbito, la melodía se torna más dramática, oscura y frenética que le confieren un lugar en la gloria de lo sonoro, y por supuesto, en esta lista de las canciones más épicas de larga duración.
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The Radicalisation of D, de Gareth Liddiard
La longitud intimidante es lo menos, y es que esta desgarradora historia sonora te paraliza con riffs minimalistas, para posteriormente desintegrar tu conciencia.El australiano Gareth Liddiard, toma el caso de David Hicks, connacional acusado de colaborar con Al Qaeda.
A manera de relato se cuenta sobre una vida que deambuló entre la opresión y el abuso, señalada por la presión social. Se terminó por condenar el acto de relacionarse con lo que se considera criminal. Sin embargo, el suceso fue la pauta para crear esta oda, una de las canciones más épicas de larga duración.
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Woman and Man, de Ween
El ritmo de la pista demuestra la profundidad hipnótica que en esta, de las canciones más épicas de larga duración, logró equilibrar la banda de tintes tribales.
Es una mezcla bien hecha de la letra de Gene Ween para sumergirse en lo turbio del psych-rock. Lo tiene todo, además de las palabras, está la guitarra de Dean Weem, que hará que tu cuerpo vibre con el entendimiento de la «simpatía».
ORC SUENA PESADO, SUCIO Y PROGRESIVO
I Dream a Highway, de Gilian Welch
Es una canción de dolor y de lamento. Prolonga melódicamente la reflexión sobre promesas rotas, sueños frustrados, y el desvanecimiento de la esperanza.
Figura como un resumen de la obra de folk-country Time (The Revelator) de Gillian Welch. En 14 minutos demuestra porque es una de las canciones más épicas de larga duración.
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Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola