Las empresas se encuentran en un proceso de constantes cambios asociado a una búsqueda permanente por superarse y mostrarse más competitivos dentro de su rubro.
Esto se vislumbra tanto en las medidas que toman para sus clientes como las que toman para sus colaboradores. De la mano de este punto, se puede observar un gran crecimiento de los espacios de Recursos humanos y comunicación dentro de las organizaciones, destinados a mejorar la estadía de los colaboradores durante las jornadas laborales.
Son muchas las medidas que se toman para generar un buen clima organizacional y mejorar el desempeño de los equipos de trabajo. Las capacitaciones para empresas son una de ellas y se enfocan específicamente en desarrollar nuevas habilidades que puedan ser aplicadas en las tareas que desarrolla cada trabajador.
Pero para que resulte atractiva y le genere entusiasmo a cada usuario, en el último tiempo se han incorporado nuevas propuestas que desafían la tradicional metodología de enseñanza.
La virtualidad, por ejemplo, fue un factor muy importante en el cambio de estas metodologías y junto a ella se incorporaron herramientas colaborativas y todo tipo de aplicaciones, plataformas y material audiovisual que le han ido agregando valor al proceso formativo.
Sin embargo, y más allá de que responda a una era en la que predomina el formato online, la incorporación de estos complementos no hace más que reforzar la idea de que las capacitaciones para empresas son fundamentales para aumentar la motivación en los empleados y en esta nota explicaremos por qué.
Capacitaciones en todo momento
Para poner en común el concepto, resulta fundamental empezar definiendo lo que entendemos por capacitación para empresas.
En primer lugar lo que debemos mencionar es que se trata de un proceso de formación, destinado a generar en los trabajadores nuevos conocimientos o habilidades o bien a reforzar aquellos que ya se encuentran presentes.
Pueden llevarse adelante tanto al ingresar a la organización como en cualquier otro momento de la vida laboral y siempre estará alineada con los objetivos generales de la empresa.
Estas capacitaciones pueden apuntar tanto a habilidades blandas como habilidades duras según el requerimiento que tenga el puesto que el colaborador debe cubrir. Por lo tanto puede tratarse de cursos que enseñan cómo debe llevarse adelante un determinado circuito de trabajo o bien herramientas para desarrollar una comunicación efectiva, por ejemplo.
¿Por qué las capacitaciones motivan más a los empleados?
Es cierto que no existe una única respuesta a esta pregunta porque cada persona tiene su propia motivación personal o, en este caso, profesional. Sin embargo debido a ciertas conductas repetidas en reiteradas empresas por diferentes empleados podríamos mencionar:
- Los ayuda a perfeccionarse en una tarea o sector
Muchos se han sentido alguna vez estancados en su espacio de trabajo, rodeando una y otra vez las mismas dificultades y los mismos problemas. Para estos casos, las capacitaciones ofrecen variedad de herramientas que permiten tener otra mirada de la situación por el simple hecho de contar con más información.
El resultado lógico de esta secuencia será que lograrán perfeccionarse (ya sea desde el acierto o desde el error) en ese sector o tarea, incursionando en nuevos métodos de trabajo que sin duda enriquecerán su experiencia laboral y los motivarán a descubrir nuevas técnicas que ayuden a mejorar su desempeño en un futuro.
- Les permite encontrar nuevas habilidades ocultas
En ocasiones las capacitaciones que deben tomar los empleados responden a una grilla, definida previamente por el área encargada, en función del rol que ocupa cada colaborador. Es por eso que el trabajador lo toma como una responsabilidad que debe ser cumplida sin depositar ningún tipo de expectativa en el resultado y sin esperar nada en particular.
Sin embargo y para su sorpresa lo que finalmente sucede en la mayoría de los casos es que se encuentra en el curso con una propuesta que además de perfeccionarlo en una tarea particular, también le permite descubrir nuevas habilidades personales que hasta entonces estaban ocultas.
Por lo tanto, lo que comienza siendo una responsabilidad laboral, se convierte en un episodio de autoconocimiento, completamente desafiante.
Es probable que al vivenciar este tipo de experiencia, el colaborador desee volver a sentirla y esto lo motive a seguir tomando cursos, incluso aquellos que no sean obligatorios para el cargo que ocupa.
- Los revaloriza en el mercado laboral
En una época tan competitiva para el mercado laboral, no podemos dejar afuera este punto. Los nuevos roles y trabajos mutan con tanta rapidez que puede generar algo de incertidumbre e inseguridad en el rol profesional.
De esta forma, la capacitación ofrece conocimientos actualizados que además de desarrollar nuevas habilidades y presentar a los empleados nuevos desafíos, también les otorgan un valor agregado. Los convierte en capital humano revalorizado que se posiciona un escalón más arriba respecto de otros candidatos con un perfil similar.
Por eso, una vez que hayan podido darse cuenta de este aporte que brinda la capacitación, es probable que los colaboradores deseen continuar siendo parte de una formación continua y cada vez más exigente.
- Irrumpe con la rutina laboral
Esta última motivación quizás puede resultar un poco banal en comparación a las anteriores. Lo cierto es que las jornadas laborales en ocasiones se vuelven algo rutinarias y monótonas, esto puede llegar a causar algo de descontento o incluso bajo rendimiento. De esta forma, la instancia de la capacitación se convierte en el momento “diferente” de la jornada aportando dinamismo, intercambio con otras personas, etc.
Sin embargo, para que la motivación sea tal en este punto, la capacitación debería presentar metodologías de aprendizaje y herramientas novedosas e interactivas que verdaderamente despierten la atención de los colaboradores y no se convierta en un eslabón más de la rutina de trabajo diaria.
Algunas de estas herramientas pueden ser material audiovisual de todo tipo, plataformas colaborativas, noticias de blogs y portales, juegos virtuales, etc.
Por último, debemos tener en cuenta que para que todo lo anterior se cumpla, los programas de formación deben presentar cierta continuidad y estar pensados específicamente para los colaboradores, sus intereses y necesidades. Por último, es fundamental usar la creatividad y las nuevas herramientas para hacer de estos cursos un verdadero atractivo.