La madrugada del 30 de septiembre de 2016, se cometió el primer transfeminicidio reconocido por la autoridad capitalina y que impulsó la ley Paola Buenrostro. Alrededor de la medianoche, una mujer trans abordó un automóvil que había solicitado un servicio. Al cabo de unos metro de avance, sus compañeras y amigas, escucharon unas detonaciones sobre Avenida Puente de Alvarado, hoy conocida como «México-Tenochtitlán«.
Al acercarse al vehículo, las otras trabajadoras observaron que su compañera había sido asesinada por el conductor. Se trataba de Paola Buenrostro, una mujer trans de 25 años que ejercía el trabajo sexual en la CDMX. El tratamiento legal al caso que se hizo mediático, no fue el adecuado en materia de respeto a los derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQA+.
La organización de distintos colectivos y el trabajo de Kenia Cuevas, amiga de Paola que presenció el delito, derivó en una disculpa pública por parte de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México. Con ello, se exigió con más ahínco la tipificación del delito de transfeminicidio y el impulso de la ley Paola Buenrostro.
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45 voto a favor del pleno del Congreso de la Ciudad de México bastaron para aprobar en una sesión extraordinaria la Ley Paola Buenrostro. Un voto en contra por parte del Partido de Acción Nacional y una abstención no impidieron que la ley tipifique y castigue el delito de transfeminicidio, con penas de 35 hasta 70 años de prisión. La tarde del jueves, diversos colectivos de la comunidad trans y LGBTTTIQ+ celebraron el dictamen.
La aprobación de la Ley Paola Buenrostro, se convirtió en un hecho histórico para la comunidad trans. Esto, debido a que el dictamen reconoce el transfeminicidio como un ejercicio de violencia de género contra grupos de atención prioritaria. Tras el asesinato de Paola, Kenya Cuevas fundó «Casa de las Muñecas Tiresias« y la Casa Hogar «Paola Buenrostro» para dar alojamiento, protección y cuidados a la comunidad trans.
La ley Paola Buenrostro menciona:
“El asesinato de mujeres transgénero o personas transfemeninas debido a su identidad o expresión de género, por lo que, desde la perspectiva de género, el transfeminicidio se entiende como una manifestación extrema de la violencia de género”.
Cabe destacar que la aprobación de la ley Paola Buenrostro convierte a la Ciudad de México en la segunda localidad de la República Mexicana en reconocer el delito de transfeminicidio. Nayarit previamente ya contaba con una ley similar, sentando un precedente en marzo de 2024 respecto a derecho humanos de la comunidad LGBTTTI.