Las legendarias pinturas de Banksy han sido objeto de deseo, de inconformidades, de discrepancias y hasta de conspiraciones. El arte de este personaje sin rostro se ha mantenido vigente desde hace años pese a los intentos de develar su identidad o la intención de menospreciar su arte urbano. Aún con ello, lo cierto es que, permanece en el ideario colectivo de la sociedad actual y el culto alrededor de él también ha sido víctima de una red de falsificación de Banksy.
El grafitero que inició en la ciudad británica de Bristol en la década de 1990, y a partir de entonces, su nombre se ha cotizado en el mundo del arte debido a la carga política del mismo y el humor negro. A través de los años, sus obras se han disparado en cuestión económica durante los últimos años y él sigue realizando obras en espacios públicos que hacen casi imposible su conservación o fomentan el robo y la destrucción con tal de obtenerla.
En esta ocasión, la policía española informó sobre la desarticulación de una presunta red de falsificación que comerciaba obras de arte apócrifas de Banksy a los largo de Estados Unidos y Europa por hasta 1.642 dólares cada una. A través de una investigación, se logró llegar a incautar nueve obras de arte durante una redada en un departamento de la ciudad de Zaragoza, en el norte de España, según un informe de la policía catalana.
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El grupo de falsificadores operaba desde el inmueble que ha sido vinculado a unas 25 ventas que se llevaron a cabo mediante plataformas online, salas de subastas y anticuarios de obras especializado en Banksy. Los agentes de la Unidad Central de Patrimonio Histórico de la policía catalana han identificado a víctimas en España, Alemania, Suiza, Estados Unidos y Reino Unido que compraron piezas del taller con la idea de que pertenecían al proyecto «Dismaland» del famoso artista anónimo.
Las obras creadas sobre cartón con pintura en aerosol mediante el uso de plantillas y sellos de tinta y calcomanías para darles la imagen de autenticidad. A través del mismo informe, la policía anunció la acusación de cuatro personas por fraude y delitos contra la propiedad intelectual. Además, dos de los acusados sufren problemas económicos y realizaron las copias de Banksy para venderlas a precios que no superaron los 87 dólares.
Se dió a conocer que el sospechoso principal contaba con conocimientos del mundo del arte y se le acusa de intentar hacer pasar copias como piezas auténticas mediante la utilización de certificados falsificados. La policía comenzó a sospechar de la falsedad de las piezas al observar que muchas obras similares se encontraban en circulación.