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Efraín Huerta: la imagen del pop art en la poesía mexicana

Heriberto Yepéz sostiene que los poemínimos de Efraín Huerta (Silao, 1914 – Ciudad de México, 1982) son un ready made poético porque en ellos se pueden distinguir por lo menos tres rasgos que tienen en común con la obra y postura de Marcel Duchamp.

La apropiación, la descomposición y reorganización, revestidas de ironía, en el lenguaje de Huerta no sólo son producto de los poemínimos, también son rasgos que se encuentran en su producción literaria ensayística, crítica, y en sus reseñas o entrevistas. Pero es hasta este momento que se pueden reconocer de manera plena estas características gracias a dos importantes apariciones editoriales y a la expansión fragmentaria de los poemas de Huerta en el transporte público, espectaculares y paradas de autobús.

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El Gran Cocodrilo en treinta poemínimos. Los poemínimos son aparatos creados por Huerta con piezas léxicas intercambiables. Al colocarlos dentro de un libro y anunciarlos con el prefijo poem-, cumplen con el carácter de ser una postura artística similar a la que hizo Duchamp al colocar el urinario a la inversa en un museo. Huerta ironiza con la poesía, el mismo título de sus objetos léxicos forma parte de la reducción de la obra artística en un sentido aburguesado; pone en minúsculas a la POESÍA de altos vuelos.

De esta manera resignifica y provoca un giro más a un trayecto que seguían las greguerías de Ramón Gómez de la Serna o los haikús de José Juan Tablada. Con la publicación de El Gran Cocodrilo en treinta poemínimos (Fondo de Cultura Económica, 2014), ilustrados por el Dr. Alderete con tinta directa que produce colores vibrantes, se refuerza aún más el sentido pop de Huerta. ¿De qué manera? Pues por el hecho de que la trayectoria del Dr. Alderete ha encontrado su punto de convergencia en el diseño de arte de discos de rock y surf, géneros musical que por antonomasia es un producto del pop art.

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El otro Efraín. Antología prosística. Las piezas léxicas intercambiables también se encuentran presentes en la obra prosística de Huerta. Periodista y crítico de cine, sus textos fueron reproducidos en muchas publicaciones periódicas. Leerlos es reconocer sus intereses temáticos, sus obsesiones, su congruencia ideológica o sus rectificaciones que sabíamos de oídas, no nos constaban y era casi un privilegio haberlas leído o conservarlas. La edición de este material corre a cargo de Carlos Ulises Mata, quien reconoce que aún hay más textos de Huerta por estudiar y que sería una labor titánica sacarlos todos a la luz.

En su selección figura una crónica urbana titulada “Estampa semifrívola: mujeres que pasáis” publicada en 1939, destacable porque se encuentran resquicios de uno de los poemas más pop de Huerta: “Afrodita Morris”. También es notable su artículo “La poesía actual en México”, publicado en 1978, en el que pasa revista a los nombres de poetas que comenzaban a ser y que ahora son o que nunca fueron y se quedaron en el olvido: “La expresión poética no ha escapado a la febril explosión demográfica, y la poesía es estallante. Peligrosa, por muchos motivos, pero tal vez por el crispante motivo de que no siempre es una poesía de alta calidad”.

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Centenarios 2014. Memoria y amor a la palabra. Diseñada por Leonel Sagahón y su equipo de colaboradores, la campaña que celebra los 100 años de Efraín Huerta ha colocado fragmentos de sus poemas a la vista de todo tipo de transeúntes. De esta manera, la obra Huerta se encuentra en camiones y espectaculares, en vagones del metro y en paradas de autobús. Efraín Huerta se vuelve la Ciudad de México.

Acompañados de estos fragmentos también está el perfil de Huerta a dos colores que evoca los esténciles que utiliza el street art y que tienen su referencia principal en Richard Hamilton. Sagahón capta, al igual que el Dr. Alderete, la identidad juvenil que tiene la literatura de Huerta. No por algo estuvo rodeado por los jóvenes poetas de su tiempo como los famosos infrarrealistas Roberto Bolaño y Mario Santiago, que le decían Infraín.


Por Rolando Vieyra Solares @VieyraSolar
Para Rocío Montiel 

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