El rapero Travis Scott presentó su segunda fecha del Tour «Circus Maximus» en la capital mexicana. Una presentación enérgica, vibrante y llena de descargas de adrenalina en la explanada del Estadio Azteca. El clima traicionero de la CDMX hizo de las suyas y si bien no hubo una lluvia importante, el lugar tuvo más humedad de la que los cuerpos acalorados provocaron al ritmo del exponente estadounidense.
Para muchos asistentes, estar presentes en el concierto de Travis Scott resultaba una utopía cumplida. Tal como el nombre del disco que dio origen a la gira. El semblante de la concurrencia mostraba algo más que emoción. Se trataba de una euforia desbordada que se reflejaba en el nivel de brincos y el movimiento ligero que se sentía en la tierra.
En punto de las 21:30 horas, Travis Scott abrió su concierto fumando, con lentes oscuros y caminando tras bambalinas. Una cámara lo seguía y mostraba el trayecto hacia el escenario mientras cantaba «HYAENA”. Su arribo al templete encendió aún más los ánimos del público que, hipnotizados ante el bajo, se sacudían en una especie de danza enervante que se imponía ante el sonido tan desbordante.
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Un Travis Scott alegre, emocionado y enérgico corría de un lado al otro del escenario transmitiendo tanto desde su lugar. Pero no sólo a través del micrófono, sino con un lenguaje corporal tan estruendoso como las bocinas colocadas para disfrutar del circo más escándaloso presentado en la ciudad. El juego de luces, fuego y humo brindaban una atmósfera ambiciosa y misteriosa al rapero que rompió las expectativas de los asistentes.
Los círculos de moshpit cotidianamente se forman en eventos de rock o punk. Pero la energía y la euforia despertada por Travis Scott con “Type Shit”, fueron el ingrediente idóneo para grupos de personas que mientras se estrellaban entre sí gritaban: “¡Jump, Jump, Jump!”. Al mismo tiempo se escuchaban gritos coreados típicos del público mexicano que en esta ocasión, fueron más de 20 mil en su segunda fecha.
Travis Scott se caracteriza por incentivar a su público a desbordar las emociones y la energía. En este concierto, esto no fue la excepción. En el goce del ímpetu elevado, el rapero se entregaba a su público desde una plataforma que simulaba una piedra mientras agradecía el goce de quienes lo miraban. Pareciera que el acto de subir a cuatro fans al escenario fue una forma pequeña de devolver lo recibido.
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El público poco a poco se entregó al frenesí. Algunos un tanto temerosos al principio mientras que otros abrazaban la locura del momento como estandarte de felicidad. Travis Scott suele cantar en repetidas ocasiones ciertas canciones y en este evento, no hubo distinción. Poco más de cuatro veces sonó “FE!N”, con lo que arrancó los gritos de los asistentes y acabó con las gargantas de muchos.
Recordemos que en 2017, Travis Scott estableció el récord de tocar una canción en vivo 15 veces. La repetida pieza en cuestión fue «Goosebumps«, la colaboración hecha con Kendrick Lamar que pertenece al álbum «Birds In The Trap Sing McKnight«. Así que para el público asistente no fue nada extraña la repetición, al contrario, pareciera que cada reproducción envolvía en un trance a quienes lo escuchaban.
El espectáculo de pirotecnia que acompañó “FE!N” encendió más el ánimo y Travis Scott terminó de hacer el match con su público. Durante aproximadamente 15 minutos el rapero se entregó a la embriagante energía mexicana mientras gritaba: “Todos con el pulgar hacia el cielo, como dice está canción México quiero escucharte”.
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Pero como todo en la vida, hasta la fiesta más impulsiva y descontrolada, tiene un final. Travis Scott interpretó también “Goosebumps”, “Telequinesia” para después despedirse. Un pasillo inundado de gritos de sus fans lo miró caminar hacia bambalinas tratando de darle la mano a todos los que se la extendían. “Gracias México, fue hermoso estar aquí”, fueron las palabras que pronunció antes de desaparecer entre un grupo de guaruras.
Los humanos congregados, recordaron que había que regresar a la vida real, cansados pero satisfechos. El show de Travis Scott representó todo aquello que relacionamos al circo: descontrol, risa, alegría, euforia y un enigmático pero poderoso deseo de no olvidarlo. El rapero dejó en claro, con la respuesta de sus fans, porque el sold out no fue difícil de conseguir.
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola