Al acudir a un restaurante para consumir alimentos servidos por otras personas es una experiencia de confort al recibir un servicio y atención personalizado y basado en las peticiones que uno desea cumplir. Sin embargo, existe un lugar en Tokio, Japón, donde puedes recibir un plato de pasta en vez de la suculenta hamburguesa que pediste o un vaso con agua en lugar de la cerveza solicitada. El restaurante de los pedidos equivocados se ha viralizado por este tipo de situaciones.
Pero, ¿es acaso una falta de atención al cliente? No. Simplemente se trata de un lugar que tiene como empleados a personas con demencia lo cual genera «errores» en la toma y entrega de pedidos. Por extraño que parezca, los comensales acuden a este lugar totalmente informados de la situación y lejos de realizar pataletas o fruncir el ceño, reciben a los camareros con sonrisas y risas ante sus equivocaciones.
Karen’s Diner: Recibir mal servicio en restaurante nunca fue tan divertido
El restaurante de los pedidos equivocados es propiedad de Shiro Oguni. Surgió después de un encuentro del creador con las personas de una casa hogar donde habitan personas con demencia. Su interacción con los comensales ha permitido desvincular la idea recurrente que se tiene sobre personas que padecen de la pérdida de función cerebral de que se trata de personas olvidadizas o errantes.
La imagen negativa alrededor de este grupo de trastornos relacionados a la función cerebral se ha ido desvaneciendo en el restaurante de los pedidos equivocados ya que los empleados cocinan, limpian, atienden y se valen por si mismos. El restaurante y su funcionamiento ha sido diseñado con el propósito de evitar errores y detrás de su éxito hay una serie de esfuerzos titánicos de la dirección y los demás empleados.
En Japón, dos de cada tres habitantes con demencia viven en su casa, condición que favorece el aislamiento gracias a los prejuicios de una sociedad negada a hablar y conocer sobre salud mental. Estas personas buscan trabajar y mantenerse útiles para la sociedad en vez de ser vistos como gente que requiere ayuda para sus actividades, es por ello que el restaurante de los pedidos equivocados les proporciona un lugar lleno de energía y alegría donde pueden explotar aún sus capacidades.