René François Ghislain Magritte, mejor conocido como René Magritte, fue un pintor surrealista belga cuyos cuadros estaban plagados de objetos cotidianos sacados de sus contexto original. Predominaban los característicos sombreros de bombín que él empleaba para la vida diaria, el pan de baguette , las manzanas o su conocido lema sobre la pintura de una pipa «esto no es una pipa» aunado a las gaviotas, las nubes y el cielo azul dentro de su panorama pictórico.
René Magritte era un artista que declaró en vida no ser fanático de los museos porque ahí no podía pasear con su perro y por considerarlos recintos de sacralización del arte, a la que se oponía completamente. Pese a ello, en Bruselas se inauguró una exposición inmersiva donde sus organizadores apostaron por la interpretación y el trabajo con base a su arte para rendirle un homenaje sin romper sus pensamiento sobre las exposiciones.
La tecnología y la realidad virtual trabajan en conjunto bajo la dirección del director artístico, David Zylberberg, mismo creador de la exposición inmersiva del pintor neerlandés Vincent van Gogh, cuyo éxito se vio reflejado en los más de cinco millones de visitantes dentro del grupo de países donde se montó, por lo que aspiran a repetir esta exitosa hazaña con René Magritte llevándola por todo el mundo.
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Dentro de los países confirmados a visitar están: España, Japón, Estados Unidos y Reino Unido, buscando enlaces para poder llevarla a todo el mundo ya que la planeación y la configuración de la exhibición es que pueda dar vueltas por todo el planeta.
Por el momento, la exposición inicia operaciones en Bruselas, la ciudad donde René Magritte habitó la mayor parte de su vida y que coincide con el festejo del centenario del nacimiento del movimiento artístico surrealista, cuyo año formal de nacimiento fue en 1924. Desafiando la razón y la lógica artística, esta corriente tuvo un arraigo especial en Bélgica donde influyó la obra de distintos artistas.
René Magritte formó parte del grupo surrealista de Bruselas que se confrontaba con el grupo de París. Su obra se impregnaba del contacto con el mundo real, es decir, con objetos reales, lo que catapultó su fama al crear un puente entre el surrealismo y las cosas que la gente podía ver, entender y captar desde lo cotidiano. Estas referencias son el constante del a exposición virtual que logró digitalizar más de 300 obras del pintor para proyectarlas en distintos soportes.
El montaje más llamativo es la proyección inmersiva de 360 grados de un conjunto de imágenes de sus cuadros, que van creando una suerte de largometraje de animación, con música incluída que se plasma por todos los ángulos de una sala de 1.000 metros cuadrados, dentro de un gran espacio con techos elevados para que la visita sea profunda y sin perder detalle de lo expuesto.
Además, en otra sala, mediante unas gafas equipadas con tecnología de realidad virtual, el espectador tiene la sensación de estar dentro de las obras de René Magritte, acercando con esto la cultura la gente en la búsqueda de crear una experiencia que rompa la distancia entre los museos y el público.
Aún no se tienen más países confirmados por la gestión del viaje y la implementación en el espacio adecuado de la experiencia inmersiva de René Magritte, pero hay que estar atentos para saber si México será de los países afortunados en recibir esta magna exposición.