Las publicaciones elaboradas desde cero y sin un financiamiento comercial, son piezas del ganas de colección. Ya sea su contenido escrito o la gráfica que contienen, los vuelven objetos invaluables dignos de preservarse y ejemplo de ello, son los fanzines mexicanos. Panfletos llenos de información que no se encuentra en las revistas mainstream y con un toque particular arrojado a la filosofía DYD (hazlo tú mismo).
A continuación te mostramos algunos de los fanzines mexicanos que vale la pena tener en tu biblioteca. Algunos son colaborativos y otros tantos realizados en individual pero conservando la escencia del fanzine que ha maravillado e incomodado al mismo tiempo. Si quieres conocer más, te recomendamos el libro «Fanzinología mexicana» editado por Enrique Arriaga Celis e Inés Estrada a través del Museo Universitario del Chopo.
Mutilador
Definitivamente uno de los fanzines mexicanos que definen el espíritu metalero de la década del ochenta fue «Mutilador». Con elementos rudimentarios se intervenían hojas de papel mediante máquinas de escribir, plumones, lápices de colores y pegamento bajo el deseo de darle rienda suelta a la creatividad que pretendía difundir tocadas, eventos y el trabajo de la escena underground.
«SNIFFIN’ GLUE»: EL INICIO DEL FANZINE PUNK
Embriotomia Zine
Una publicación mexicana que proviene de Cuernavaca. La aproximación a una revista dedicada a la escena poco conocida en México de bandas mal llamadas «pesadas» que contiene entrevistas, reseñas, arte y que se publicaba mediante fotocopias que contaban con la traducción al inglés.
WINSTON SMITH, ILUSTRADOR PUNK Y SURREALISTA
Tojobase
Otro de los fanzines mexicanos emblemático fue «Tojobase». Publicado en México en octubre de 1990, abordaba temas sobre música underground orientada a temas Punk, Hardcore y anarquía.
SHOHEI OTOMO: JAPÓN UNDERGROUND Y CIBERPUNK
Violent Noise
Editado por Adolfo Lameran, baterista de la banda mexicana «Anarchus«. Publicado sin un orden real de lectura (había páginas con textos al revés del orden anterior o con fragmentos de cabeza), conservando así la escencia del fanzine que buscaba despegarse de los lineamientos de las publicaciones pop.
Los 10 mejores libros sobre punk rock
ATP
Uno de los fanzines mexicanos que se traducía al inglés con la finalidad de tener mayor alcance pese a su corto tiraje. Publicación que cambio de tamaño después de su primera edición que se publicó en tamaño media carta.