Las polémicas alrededor de los Juegos Olímpicos se han colocado en las tendencias, incluso, por encima del medallero. La visibilización en la justa de la comunidad LGBTTIQA+ ha traído consigo una serie de cancelaciones, prohibiciones y ajustes respecto a la competencias. Recientemente, se hizo famoso el caso de la boxeadora italiana, Angela Carini que abandonó su participación tras competir en contra de la argelia Imane Khelif.
El combate de octavos de final de los Juegos Olímpicos 2024 se frenó a los 46 segundos de iniciar por solicitud de Angela Carini. Esto, argumentando un dolor inmenso frente a los golpes de su competidora. Al bajar del ring, Angela mencionó que no le parecía justa la competencia y con ello se abrió un gran río de desinformación y acusaciones en contra de Imane Khelif.
Pero, ¿cómo es que la polémica se hizo tan grande? En los Mundiales de Boxeo de 2023, la descalificación de Imane Khelif fue inminente tras no superar una prueba de género. Esta, determinó que tenía ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas». Sin embargo, pasó todas las pruebas que le realizarón en el COI (Comité Olímpico Internacional) para lograr participar en las Olimpiadas.
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Imane Khelif es una mujer cisgénero, musulmana, originaria de Argelia. Se ha señalado que ella tiene hiperandrogenismo, una condición endocrina que es común entre las mujeres. El hiperandrogenismo o androgenismo se denomina al exceso de andrógenos u hormonas sexuales masculinas en la sangre de una mujer. Esta condición produce, entre otras cosas, acné y seborrea, hirsutismo o aparición de vello excesivo y virilización.
El hiperandrogenismo de Imane Khelif la ha colocado en el ojo del huracán al ser acusada de ser una mujer trans. Pero cabe recordar que en Argelia no existe el cambio de género en los documentos, ni tratamiento hormonal o cirugía de reafirmación genital en el sistema de salud. Por lo cual, sería imposible para Khelif haber transicionado antes de los 19 años falsificando los documentos y con ello, aprobar frente al Comité Olímpico Argelino.
En 2018, fue eliminada en la primera ronda del Mundial de Boxeo de ese año. Para 2019, participó de nuevo y otra vez, fue eliminada en la primera ronda. En 2020 figuró en los Juegos Olímpicos de Tokio donde llegó a cuartos de final. En tanto, en 2022 Imane Khelif llegó a la final del mundial de boxeo después de años de intentarlo pero, se encontró con una serie de acusaciones en su contra que la señalaban de ganar por ser un hombre biológico.
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En 2023, había sido descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo, por no aprobar las pruebas a las que son sometidas las atletas. Mundialmente, Imane Khelif no es el primer caso de acusaciones en contra de deportistas pertenecientes al continente africano. Christine Mboma y Beatrice Masilingi sufrieron los mismos señalamientos y fueron descalificadas, a pesar de ser mujeres.
La Asociación Internacional de Boxeo emitió un comunicado donde expresa que no se sometieron a un examen de testosterona, sino a una prueba independiente y reconocida. Los resultados se mantienen confidenciales pero la prueba indicó de manera concluyente que la no cumplía los criterios de elegibilidad necesarios. Con ello, se determinó que Imane Khelif tenía ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas. Sin embargo, el COI determinó que aprobó todas las prueba para poder ingresar a las competencias.
La controversia ha traído consigo una serie de fake news, reavivación de casos similares o la pregunta sobre la necesidad de unas olimpiadas especializadas. No porque se trate de personas distintas, sino para evitar las disputas entre quienes aseguran que los participantes de la comunidad LGBTTIAQ+ o con condiciones médicas que alteren el físico, ejercen ventaja sobre los contrincantes. El caso de Imane Khelif trae a la mesa el revuelo que causó la prohibición a Lia Thomas, la nadadora transgénero, de participar en competencias femeninas.