El impresionismo ha tenido un fuerte y arrasador repunte en México gracias a la exposición en el Museo Palacio de Bellas Artes. Pero, no se puede hablar de esta corriente artística en nuestro país sin mencionar el nombre de Joaquín Clausell, un pintor autodidacta que, con una paleta vibrante y una visión única, capturó la esencia del paisaje mexicano. La cara mundial del impresionismo en México.
Nacido el 16 de junio de 1866 en Campeche, Joaquín Clausell mostró desde temprana edad un talento innato para el dibujo.Sin embargo, su espíritu inquieto y sus ideas progresistas lo llevaron a ser expulsado del Instituto Campechano en 1883. A los 20 años, se trasladó al extinto Distrito Federal, donde ingresó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Sin embargo, su pasión por la pintura nunca se apagó.
Joaquín Clausell fue un pionero del impresionismo en México, un estilo que adoptó y adaptó para expresar su profunda conexión con la naturaleza. Sus paisajes, llenos de color y luz, revelan una mirada que buscaba capturar la fugacidad del instante, la vibración de la atmósfera y la emoción que emanaba de la tierra. La fuerza de sus formas y la intensidad de sus colores puros son un testimonio de su temperamento apasionado y su visión personal que poseía del mundo.
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Su vida estuvo marcada por la política y el activismo, lo que lo llevó al exilio en Europa. Durante su estancia, tuvo la oportunidad de conocer de cerca el impresionismo europeo, experiencia que enriqueció su estilo y lo consolidó como uno de los grandes paisajistas mexicanos. Su amistad con Gerardo Murillo, Dr. Atl, fue fundamental en este proceso, ya que juntos renovaron la pintura de paisaje en México, infundiendo nuevas ideas y técnicas a partir de su autoaprendizaje.
Entre las obras más destacadas de Joaquín Clausell se encuentran «Fuentes brotantes«, «La ola roja«, «Camino al bosque» y «Marina«. El Museo Nacional de Arte resguarda algunas de sus piezas más emblemáticas, como «El pedregal», «Nube verde» y «Marina«, esta última, un ejemplo magistral de su capacidad para capturar la fuerza y la belleza del mar.
Joaquín Clausell fue un artista prolífico, aunque muchas de sus obras no fueron firmadas ni fechadas. Su producción se puede clasificar en tres grandes temas: paisajes de valles, montañas y bosques; paisajes de ríos, lagunas, cascadas, costas y acantilados; y óleos de estudio con temas diversos. Una de sus peculiaridades era su técnica de no limpiar los pinceles, utilizando las paredes de su estudio como lienzos improvisados, creando así murales espontáneos y llenos de vida que contaban una historia única de su creación.
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Joaquín Clausell fue un artista que vivió intensamente, que amó la naturaleza y que plasmó su pasión en cada pincelada. Su legado perdura en sus obras, que nos invitan a contemplar la belleza de México con nuevos ojos. Y parte de su aportación al impresionismo en México, tocó a otros artistas.

Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola