¿Ya fuiste a ver Kusama Infinity?
Se trata del documental sobre la icónica artista pop japonesa Yayoi Kusama.
Si aún no sabes quien esta mujer, te compartimos que Kusama fue algo así como la gran rival de Andy Warhol en los años 60, y no es para menos.
CINCO PELÍCULAS REPRESENTATIVAS DEL CINE DE ARTE
Mejor conocida como “La Reina de los lunares”, seguro que si no fuiste a la exposición que presentó en el Tamayo en 2014, te sonará por el impacto visual de sus obras.
Y si de impacto hablamos, que más puede decir la vida de una mujer japonesa que desde joven, luchó contra el racismo y el sexismo en Estados Unidos, precisamente hizo de los lunares su sello personal.
Yayoi Kusama nació en Matsumoto, un pequeño pueblo de Japón y de donde salió hacia Nueva York para triunfar en el mundo del arte.
FOTÓGRAFAS QUE DOMINARON EL ARTE DE PINTAR CON LUZ
El documental es una iniciativa de la productora, escritora y directora Heather Lenz, quien comenzó a trabajar en Kusama Infinity desde el 2002, sin embargo, en ese entonces aun no conocía a la artista en persona.
Para Lenz la idea de contar la historia de Kusama, siempre fue fundamental y así logró entrevistar a personajes como Beatrice Perry. Quien desempeñó un papel fundamental en el fomento de la génesis de la innovadora práctica artística de la japonesa.
Claro que no fue sencillo, un documental nunca lo es. De hecho, al principio, la idea de Lenz fue rechazada porque se pensaba que Yayoi Kusama no era lo suficientemente famosa como para ser de gran interés público. Pero como buena directora, continuó con su proyecto.
Ahora Kusama es sumamente reconocida por su valor e importancia en las artes, pues la japonesa no se limita a la pintura, sino que ha incurrido en áreas como la literatura, la escultura, los performances y los happenings.
EL CINE DE ALMODÓVAR Y SUS REFERENCIAS CON EL MUNDO DEL ARTE
Por si tenías dudas sobre la determinación de Kusama, en 1966, realizó una de sus obras más importantes: Narcissus Garden. Fue presentada en el Bienal de Arte de Venecia, aunque la artista no había sido invitada a participar en él. Su instalación servía como denuncia a la compra y venta del arte.
De regreso a Japón, Kusama decidió internarse de forma voluntaria en un hospital psiquiátrico donde ha vivido desde entonces.