Icono del sitio Revista Yaconic

La conmovedora historia de Ottla Kafka, hermana del famoso autor

La historia de los grandes autores se ha conformado de mitos y datos que se van develando con el tiempo. Un ejemplo de ello, es la biografía de Ottla Kafka, la hermana menor y favorita de Franz Kafka. Si bien el escritor cobró relevancia mundial por sus obras, la trágica historia de su hermana se reveló al paso del tiempo, la conmovedora historia de Ottla la ha posicionado como una mártir de la historia del holocausto.

Su nombre de nacimiento era Ottilie, pero su familia la llamaba cariñosamente «Ottla». Nacida en Praga en 1892 en medio de una familia judía asquenazí. Este término se utiliza para referirse a los judíos que se establecieron en Europa Central y Oriental, principalmente en Alemania, Austria, Hungría, Polonia, Ucrania, Rusia, entre otros. Ottla Kafka era la hermana más apegada a Franz y bajo la influencia del autor, ella se inclinó por el movimiento sionista para má tarde, unirse al «Klub jüdischer Frauen und Mädchen«

Tras completar su educación escolar, fue la única que trabajó en la tienda de ropa para caballeros que pertenecía a su familia. Ottla Kafka era la hermana favorita de Franz, quien vivió con ella durante un tiempo en una finca agrícola donde escribió «Los aforismos de Zürau«. En este periodo en que permanecieron juntos, el autor ya padecía la tuberculosis pulmonar que lo acompañó hasta la muerte.

UN ARTISTA DEL TRAPECIO DE FRANZ KAFKA

Para julio de 1920 y en contra de los deseos de su padre, Ottla se casó con un checo católico llamado Josef David. Este, era compañero de trabajo de su hermano Franz en una compañía de seguros de accidentes de trabajo. Su desempeñó como abogado, lo llevó a asumir la dirección de la Asociación de Compañías Checas de Seguros Privados. Un buen empleo y la estabilidad económica fue un ambiente idóneo en donde nacieron Věra y Helena, hijas del matrimonio entre Ottla Kafka y Josef David.

Según palabras de su hija Věra, la diferencia de pensamiento entre sus padre, convirtió su unión en un matrimonio infeliz. Mientras que Josef deseaba llevar una vida de clase media, Ottla Kafka buscaba crear una casa para albergar a personas desamparadas con hogar y alimento. Gracias a que Ottla estaba casada con un no judío, su protección en contra de la persecución nazi fue temporal. El traslado de personas judías a los campos de concentración se recrudecía ante los ojos de la noble mujer.

Sus hermanas mayores fueron deportadas al gueto de Litzmannstadt en Lodz en octubre de 1941 ante los ojos de Ottla quien las acompañó personalmente al punto de recogida. Ottla Kafka no podía soportar la situación que estaba viviendo, incluyendo el hecho de que su marido era considerado con «parentesco judío» y estaba amenazado con ser recluido en el campo maridos arios de mujeres judías” en Bystřice (Benešov).

UNA CONFUSIÓN COTIDIANA, DE FRANZ KAFKA

Para 1940, y sin hacerlo de conocimiento a sus hijas, Josef David solicitó el divorcio y lo obtuvo. La secretía del mismo ha hecho suponer que se dio en las condiciones más tranquilas y amistosas posibles debido a la personalidad de Ottla Kafka. Sin embargo, al extenderse el acta de divorcio, Ottla perdió su protección en contra de la persecución nazi. Por lo que finalmente, fue deportada al campo de concentración de Theresienstadt en donde se desempeñó como asistente social en un orfanato.

Previo a su deportación, ella se había separado de sus hijas para protegerlas del peligro de ser recluídas en los campos de concentración. Sin embargo, gracias a su personalidad obtuvo la ayuda de un gendarme checo para enviar y recibir cartas de sus hijas de contrabando. En las cartas, ella externaba su esperanza sobre un próximo intercambio de niños del gueto de Bialystok, a los que se le permitiría acompañar.

Má tarde, Ottla Kafka fue trasladada a Auschwitz donde el horror que se vivía ahí no era del todo desconocido para ella. Las historias contadas entre los prisioneros la habían alertado sobre las prácticas inhumanas de los nazis que eliminaban a los débiles, a los jóvenes y a los enfermos. A su llegada, Ottla fue seleccionada para un «grupo de trabajo» pero fue imposible para ella desapartar la mirada de un grupo de niños huérfanos que lloraban aterrorizados.

Este es el orden para leer a Haruki Murakami

Ottla Kafka siempre fue una mujer noble, por lo que el llanto de los niños la movió a pedir unirse a ellos ante los ojos atónitos del oficial nazi que, ante la insistencia, se lo permitió. Se desconoce si Ottla conocía desde que vio a los niños el destino final de ellos al que ella se condenaría. Sin embargo, aquel fatídico día, ella murió en una de las cámaras de gas del campo de concentración en compañía de los niños que eligió proteger.

La correspondencia que sostenía con su hermano y sus hijas, data de septiembre de 1909 a enero de 1924. Provenían de lugares como Praga, Merano y Berlín y Věra y Helene, sus hijas, las mantuvieron resguardada en Praga hasta 1970. Tiempo después, gracias a un investigador de Kafka, las trasladaron a Oxford donde estuvieron en la biblioteca de la universidad hasta noviembre de 2010. Para conocimiento mundial, fueron publicadas en 1974 por Hartmut BinderKlaus Wagenbach

En enero de 2011, se anunció que la correspondencia sería subastada en abril a través de una casa de subastas de Berlín. El Archivo de Marbach y la Biblioteca Bodleian de Oxford adquirieron conjuntamente la correspondencia en abril de 2011 gracias a un patrocinador que se mantiene en el anonimato a petición propia.

Salir de la versión móvil