Símbolos sagrados en el ojo del huracán. La exposición de Fabián Cháirez no ha sido la única expresión artística llamada «cristianofobia» o censurada por grupos sectarios religiosos. Pero ¿será valida la cancelación del arte por desafiar a una ideología religiosa o es un atentado a la libertad de expresión? Como se ha dado a conocer últimamente, la exposición ‘la venida del señor’ de Cháirez desató una tormenta de controversia. Grupos religiosos, con pancartas y rezos, la tildaron de ‘cristianofobia’. Mientras tanto, colectivos LGBT+ y defensores de la libertad de expresión contraatacaron, señalando la ausencia de persecución sistemática a cristianos.
Por su parte, el juez Rebolledo Peña ordenó la cancelación de la muestra tras una denuncia de la asociación de abogados cristianos y las firmas de más de 9 mil católicos. Fabián Cháirez denunció la falta de respaldo por parte de la universidad nacional autónoma de México y la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM. No se pronunciaron públicamente ante la censura de su exhibición. La academia de san carlos es un edificio histórico que pertenece a dicha institución.
«La venida del señor»: Un recuento de la exposición que provocó furia y fascinación
Concilio de amor por Jesusa Rodríguez
Pero, este no es un caso aislado. La censura al arte en México tiene raíces profundas. En 1988, durante el mandato de Miguel de la Madrid, la obra de teatro ‘Concilio de amor’ de Jesusa Rodríguez parodiaba a la sagrada familia. Esto escandalizó a gran parte de los asistentes por su representación ‘impropia’ de la Virgen. La obra generó un gran escándalo y protestas por parte de grupos religiosos. Si bien no hay registros de acciones directas tomadas por el gobierno de de la Madrid para censurar la obra, la presión social y las protestas pudieron haber limitado su difusión.

Rolando de la Rosa en el Museo de Arte Moderno
Por otro lado el 23 de enero de 1988, la Iglesia católica protestó contra la obra del artista Rolando de la Rosa. Cerca de 600 personas acudieron con los ánimos a tope al Museo de Arte Moderno donde exhibía collages, de los cuales, destacaban una Virgen de Guadalupe con rostro de Marilyn Monroe y una Última Cena con Pedro Infante como Jesús. Estos 3 episodios documentados nos obligan a preguntarnos: ¿Dónde reside el límite entre libertad de expresión y confrontación innecesaria? ¿Quién decide qué es arte y qué es una ofensa?


