Es bien sabido que Stanley Kubrick era una persona “complicada” al momento que se sentaba en la silla de dirección, sin embargo, esa perfección que buscaba dio grandes películas al mundo. Hoy hablaremos sobre Malcolm McDowell y cómo sufrió físicamente durante el rodaje de A Clockwork Orange, o cómo la conocemos en América Latina, La Naranja Mecánica.
McDowell dio vida al enigmático, ultraviolento y extravagante Alex DeLarge en la cinta que realizó Kubrick, basándose en la novela de Anthony Burgess. No obviamos y ahondaremos en los cambios que se permitió el director. Lo que sí hablaremos será de lo que acaba de decir el actor con motivo de la publicación del box set por el 50 aniversario del filme.
LAS PRUEBAS DE VESTUARIO DE LA NARANJA MECÁNICA
De acuerdo al portal NME, donde McDowell fue entrevistado, el histrión mencionó que vivió de todo durante la filmación, desde costillas rotas hasta lesiones oculares por realizar la mítica escena donde lo convierten en una persona “normal” mediante un proceso algo tortuoso. En todo tiene que ver Kubrick, por sus exigencias en repetir tomas hasta obtener la que en su mente tenía planeada, logrando sacar de sus casillas a todo el staff.
Pero no todo fue malo para McDowell, pues su interpretación lo llevó a obtener una gran atención por parte de los medios y el público, aunque en su mayoría fueron situaciones desagradables, pues la sociedad en general consideró que su actuación inducía a los jóvenes a realizar actos violentos, sin olvidar que fue censurado por un buen rato.
LAS TEORÍAS Y EL FINAL EXPLICADO DE «LA NARANJA MECÁNICA»
De hecho, Malcolm nunca consideró que A Clockwork Orange fuera tan violenta y siempre ha creído que la gente exageró lo visto en pantalla. “Tratar de sujetar cualquier responsabilidad sobre el arte como la causa de la vida… pone el caso de la manera equivocada”.
“Hubo más violencia en las noticias, era la época de Vietnam”.
MIRA LA SECUELA PERDIDA DE «LA NARANJA MECÁNICA»
Malcolm McDowell se sinceró sobre su participación como Alex DeLarge, pues durante los primeros 10 años tras su interpretación como líder de la pandilla que provocaba miedo en las calles londinenses, simplemente llegó a odiarlo, siempre le cuestionaban sobre ello cuando acudía a entrevistas, encasillándolo sin ver más allá de ese papel. Por lo mismo, se hartó y contestaba con evasivas cuando eso sucedía.
Pero desde hace algún tiempo, y ahora con la celebración del 50 aniversario de A Clockwork Orange, se ha dado cuenta que participó en una obra maestra, aceptando a Alex en su currículum y sin tanto pesar. “La cinta de Kubrick es como una advertencia a todo lo que sucede en el mundo”.