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Mare Advertencia Lírika: rima para contrarrestar la crítica

Mare Advertencia Lírika

La dignificación de la rabia no se trata de un nuevo discurso para encajar. No es un hashtag y menos una etiqueta banal. Se trata de una herramienta política donde es posible luchar, resistir y sanar todo aquello que la misma existencia ha lastimado o arrebatado en una sociedad donde la violencia se normaliza como si se tratara de un estilo de vida. Mare Advertencia Lírika es una mujer a la que la rabia de la tierra caliente en que nació le circula a través de las venas. En sus palabras, Oaxaca es una tierra de resistencia y lucha cuyo contexto histórico social la ha llevado a distintos caminos de sentimientos, cuestionamientos y pensamientos que han permeado su trabajo personal y artístico. 

El hip hop ha sido el instrumento para hacer eco en los lugares donde se tenían barreras para las mujeres; espacios llenos de misoginia, clasismo, racismo, homofobia y xenofobia que resultaban más difíciles de irrumpir siendo una mujer zapoteca, periférica y feminista. Mare Advertencia Lírika, sabe que ese lugar que habita en esos espacios no ha sido un mérito propio, sino el trabajo colectivo de muchas que han ido abriendo camino para quienes deciden gritar lo que otras hemos callado. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de entrevistar a Mare, quien nos compartió su visión y lo que la llevó a ser conocida hoy como una de las mayores exponentes del hip hop en México.

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¿En qué momento Mare rompió el molde?

“Siempre lo he dicho así. El  evento que marcó mi vida fue el asesinato de mi padre cuando yo tenía cinco años, me marcó mucho, cambio tanto mi entorno y como mi estructura familiar. Pero, al final de cuentas, yo crecí en un contexto de mucha efervescencia social, donde hay muchísimas circunstancias que favorecen la conciencia crítica. Claro, no significa que por haber nacido en Oaxaca se tenga una conciencia crítica, porque de ser así, Oaxaca no sería lo que es ahora. Tenemos muchas situaciones de violencia, pero ha habido muchos factores que favorecen el cuestionamiento y la organización. Por lo cual, es un poco natural el camino que yo hago; el contexto en el que yo vivo me permitió hacer un proceso reflexivo».

Ser mujer indígena y feminista pareciera ser un lugar inhabitable en está sociedad, ¿de dónde proviene tu resistencia sin que esto sea tomado a partir de la folcklorización? Sin que se exotice tu trabajo.

“Hay que entender el contexto. Posicionarnos en el territorio que habitamos dónde las diversas violencias nos caen en el cuerpo y nos atraviesan la vida. Reconocer que quienes estamos saliendo de este lugar siendo visibles dentro de estos lugares de opresión no estamos ahí por un mérito personal, si no por una situación donde mucha gente ha luchado por ser visible para ser reconocidas. No es un logro personal, no es algo que Mare se ganó. Es una lucha que seguimos entablando para que haya un reconocimiento de personas racializadas, entendiendo que hay que asumir la responsabilidad de llegar a estos lugares de privilegio viene también de una cuota de inclusión, pero no perder de vista que por llegar a esos espacios se borra la historia o cambia la realidad». 

¿Cómo vive una mujer en la permisividad de los discursos machistas o aspiracionales en el rap?

“Tenemos que entender que la cultura no está aislada del resto de la sociedad; dentro de ella se siguen reproduciendo estas violencias que encontramos en todos los sectores, no sólo en la música. La música sigue siendo una representación de la sociedad, quién habla no es el o la exponente sino la sociedad que le enseñó a pensar de esa manera y que a falta de cuestionamiento, sigue reproduciéndose. Ser mujer no nos exenta de las violencias por empezar a cuestionarnos, ya que el sistema nos enseña a repetirlas. Hasta que no cuestionemos, nada va a cambiar, pero no es cuestionar al artista, sino entender de dónde viene ese aprendizaje, ir directo a la raíz para comprender la estructura que permite que los artistas sean visibles con esos discursos.

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La seguridad con la que Mare Advertencia Lírika habla, suena justo a una advertencia lírica de que no se pueden seguir tolerando las violencias bajo el papel de “buena víctima”. Está bien enojarse porque es un derecho a tomar armas, a enfrentar una realidad que no hace justicia. En las palabras de Mare Advertencia Lírika prepondera la rabia como los cimientos de su supervivencia, también han encontrado el camino de la sanación en su música, en su construcción política y en su ser mujer en esta sociedad. 

La mujer detrás de las letras y la música ha comprendido que no es la única que ha sufrido violencias. Buscar la reparación en colectividad le ha ayudado a construir una carrera sólida donde el trabajo de muchas personas acompañan su trayectoria, entendiendo que eso es una forma de responder a la memoria histórica de los lugares a los que éramos desdeñadas las mujeres.

Mare Advertencia Lírika encontró el rap y descubrió la libertad creativa que no había encontrado en otro lugar, llegó a su vida y a la vez, ella encontró un lugar ahí. Necesitaba explorar su propia historia y hacer catarsis a partir de sus propias vivencias para encontrarse en el eco de otras voces. No había conciencia detrás, pero el contexto le dió bases críticas. Cuando comenzó su carrera musical a los 16 años no tenía las herramientas ni la conciencia que tiene ahora.

Su sencillo “Shhh” en colaboración con Magic Classic habla de cómo la visibilidad permite que gente que te conozca o no, pueda criticarte y señalarte sin conocer el trasfondo de las situaciones que se encuentran señalando.

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¿Cuéntanos cómo surgió “Shhh”?

Tanto Magic como yo tuvimos una experiencia de señalamiento respecto a situaciones distintas que vivimos. Reflexioné sobre lo fácil que es criticar a una persona sin conocer el contexto más allá de lo que me convence o no sin soltar la crítica a esa persona y no romper mi propio filtro sin que tenga una repercusión en esa persona. Podemos no estar de acuerdo, no trabajar en comunidad, pero no somos enemigos. Hoy en día se vive la idea de que las otras personas deben cumplir ciertas expectativas y si no las cumple, ya es “mala persona”. 

¿Cómo fue el acercamiento a Magic?

“Lo conocí haciendo freestyle con una capacidad argumentativa y discursiva. Escucharlo fue para mí decir “este compa sabe cosas” y hablando con él me platicaba que investiga antes de hablar para tener certeza de lo que está hablando y no repetir discursos aprendidos con el hueco de la conciencia. Hacer el filtro de con quien decido colaborar, priorizando a las mujeres, también es reconocer que no trabajo con cualquier hombre. Trabajé con él porque me gusta como piensa y si está haciendo su chamba”.

¿La canción fluyó rápido o tuvieron algún tipo de complicación para armarla?

“En realidad fue super rápido. El pretexto fue que ambos venimos a CDMX a un encuentro tiktokers contra la desigualdad y teníamos poco tiempo. Magic vive en Chihuahua, yo en Oaxaca entonces cuando supimos que íbamos a estar en el mismo lugar, aprovechamos que ya habíamos hablado de la colaboración y afortunadamente Magic es una persona super profesional por lo que la canción se hizo en un día para lograr el trabajo». 

¿En esta virtualidad el rap funciona como una válvula de escape en medio de las críticas y el chisme del que hablas en tu canción?

“Al principio yo no lo hacía consciente de a donde iba a terminar esto, ni de cuánta gente lo iba a escuchar. Era una necesidad de catarsis, un ejercicio de la palabra incluso en cómo se ha construido el chisme desde el género, tiene que ver con los espacios donde las mujeres podemos hacer una reflexión política…La realidad es que no los hay».

«Siendo relegadas hacia la casa, el chisme o las conversaciones informales eran lo que nos dejaban a nosotras y se les quitaba la importancia a las conversaciones que manteníamos las mujeres. En el arte no hay diferencia, las mujeres igual hemos sido relegadas y particularidades como la del rap que viene de un lugar de marginación y precarización se construye desde ahí, entonces esas voces que no habían sido escuchadas en otros espacios si caben ahí. A eso me refiero a la libertad creativa que permite el rap, porque otros espacios creativos siempre te van a tener en exigencia de cumplir ciertos estándares y aquí, puedes fluir”.

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Mare Advertencia Lírika ubica el rap desde el origen de su construcción, su contexto, el reflejo de las violencias de las que se hablan y por tanto, se reproducen. Desde su posición geográfica y política, busca rescatar la tradición oral como una herramienta para la construcción de la comunidad. Ahora mira cómo se construye desde nosotras para nosotras mismas valorando el fruto del trabajo realizado por tantas mujeres que ha conocido y/o admirado sin perder de vista el derecho que tenemos como humanidad al arte, al ocio, a poder disfrutar y en el rap, ha encontrado la devolución a ese lugar donde se puede ejercer libremente.

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