Beneficios de la natación para la columna vertebral. La natación se ha ganado la reputación de deporte para toda la vida porque es un ejercicio aeróbico de todo el cuerpo que pueden realizar personas de todas las edades. Si además de la natación, buscas un pasatiempo para divertirte, visita TonyBet y juega de forma segura. Se trata de un ejercicio de bajo impacto que somete a las articulaciones y la columna vertebral a un esfuerzo mínimo, al tiempo que desarrolla la musculatura y mejora la salud cardiovascular.
Si ya tiene dolor de espalda o simplemente quiere prevenir futuros problemas, siga leyendo y compruebe cómo la natación es una excelente forma de ejercicio para la salud de la espalda.
Beneficios de la natación para la salud de la columna vertebral
La natación es una forma ideal de ejercicio para las personas con problemas crónicos o agudos de espalda. Mientras que los deportes de alto impacto, como correr, sobrecargan la espalda y la columna vertebral, la flotabilidad del agua sostiene el cuerpo mientras se nada, contrarrestando los efectos de la gravedad.
La natación aporta beneficios a personas de todas las edades y tipos de cuerpo:
- Las personas mayores que nadan son capaces de mantener su fuerza y agilidad, disminuyendo el riesgo de lesiones y fomentando así la movilidad y la independencia;
- Como el agua sostiene el cuerpo, la natación es ideal para las personas a las que les resultan incómodos los ejercicios de levantamiento de pesas, como los obesos o los artríticos;
- Las mujeres posmenopáusicas o las personas con mayor riesgo de pérdida ósea pueden mantener la salud de sus huesos nadando.
Tanto si pertenece a una de estas categorías como si no, la natación tiene innegables beneficios para la salud de la columna vertebral y los huesos:
- La natación fortalece los músculos de la espalda, los hombros, los brazos y el cuello. Al fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral, podrás caminar con una postura mejor, ejerciendo menos tensión sobre la columna en tierra.
- La presión del agua se distribuye uniformemente. En tierra, la gravedad hace que la presión se concentre en las articulaciones, lo que provoca lesiones de rodilla y cadera, que son las partes del cuerpo que más carga reciben durante el ejercicio aeróbico en tierra. En el agua, la presión se distribuye uniformemente, lo que no sólo protege los huesos y las articulaciones, sino que también ayuda a que los músculos se desarrollen más rápidamente, proporcionando una mayor resistencia.
- Es suave para la espalda. A diferencia de cualquier otra forma de ejercicio, la natación se realiza en posición horizontal. Le da a la espalda un respiro de estar sentado todo el día en un escritorio y evita la tensión que otros deportes pueden ejercer sobre la columna vertebral, por ejemplo, el impacto de correr o inclinarse sobre el manillar de una bicicleta.
Además de los beneficios para la salud de la columna vertebral, la natación es un entrenamiento para todo el cuerpo: uno de los pocos ejercicios que combina cardio y entrenamiento de fuerza, aumentando la capacidad pulmonar al tiempo que tonifica los principales grupos musculares del cuerpo. Al igual que otros ejercicios aeróbicos, la natación también refuerza el sistema inmunitario, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y ayuda a mantener un peso saludable.
Cómo empezar a nadar
Aunque la natación es más suave para el cuerpo que otras formas de ejercicio, merece la pena empezar poco a poco e ir desarrollando una rutina más exigente. Nadar correctamente es esencial para evitar lesiones y proteger la columna vertebral.
Si es la primera vez que practica natación, quizá le convenga empezar por apuntarse a una clase de aquaerobic para sentirse más cómodo y seguro en el agua. A partir de ahí, puedes empezar a practicar unos 3 días a la semana. Mantén la calma y sigue tu ritmo. La velocidad llegará con el tiempo y la práctica, a medida que vayas ganando fuerza.
Antes de empezar a nadar, es importante que hables con tu especialista. El dolor de espalda es un problema complejo con muchas causas posibles. Dependiendo de tu situación, tu médico puede recomendarte algunas sesiones de fisioterapia antes de empezar a nadar.