El arte a través de los años ha ido modificando estilos, corrientes y formas de llevarlo a cabo. Cada época tiene un o más eventos que han trastocado la forma en que se concibe el arte o las situaciones que esta representa generando con ello discusión alrededor de lo que debería estar permitido o no dentro de las corrientes y sus expresiones artísticas. El pintor Andrea Saltini, provocó una gran manifestación en su contra con su obra tildada de «blasfema».
Muchas personas se han pronunciado en contra de distintas obras a lo largo del tiempo debido a la carga ideológica o religiosa que estas contienen. En ocasiones, se ha logrado el retiro total de las obras o la misma polémica ha provocado la férrea preservación de la pieza para mantenerla en exhibición por el revuelo despertado. Actualmente, en una exposición en Módena, Italia, se pidió el retiro de una obra, que más tarde, fue vandalizada.
La indignación que despertó una obra del artista Andrea Saltini durante su exposición en una muestra instalada cerca de una iglesia desconsagrada, es decir, que ya no presta servicios religiosos fue muy grande. La pintura parece representar a Jesús recibiendo una felación, lo cual, fue considerada una blasfemia por parte de los fieles que extendieron una petición solicitando el cierre anticipado de la exhibición a través de la junta de firmas que, a la fecha, llevaba más de 30.000 signatarios.
La pintura titulada INRI (2024), es una de las aproximadamente 20 obras sobre lienzo creadas por Saltini que se exhiben actualmente en la exposición “Gratia Plena”. Cada pieza de la serie presenta un giro en una famosa escena religiosa. INRI representa a Jesús desnudo y sin vida tumbado boca arriba mientras Longinus, el soldado romano que le atravesó el costado con una lanza durante la crucifixión, se inclina sobre su entrepierna.
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Las hostilidades despertadas por esta pieza artística llegaron a un punto crítico el jueves de la semana pasada cuando un hombre encapuchado visitó la exposición montada en el Museo Diocesano, la antigua Iglesia de Sant’Ignazio en Carpi, Italia, y cortó la pintura antes de rociarla con pintura negra. Tras este acto, Saltini, que estaba presenta en la exposición, intentó detener el acto pero fue agredido en medio del forcejeo con la misma arma punzocortante que cortó el lienzo.
Los presentes llamaron a la policía, pero el hombre ya había huido del lugar. Las autoridades encontraron el arma punzocortante con la que cortó el lienzo y la mascarilla que portaba el sujeto en una puerta cerca de la exhibición. Saltini, el artista en cuestión, fue trasladado al hospital para su revisión tras la agresión que no derivó en daños graves y pudo ser dado de alta horas después del ataque con cuatro puntos que no significaron mayor riesgo.
Saltini aprovechó este suceso para hacer un llamado a la reflexión de toda la comunidad sobre los límites del disenso, el derecho a la crítica y el derecho a la libertad de pensamiento. En un comunicado extendido por el abogado del artista, aseguró que espera que pueda comenzar lo antes posible un debate abierto y libre que respete las sensibilidades y opiniones de todos.