Printaform, una marca muy familiar para todos los mexicanos. Esta empresa fabrica y comercializa formas, soluciones para archivo, calculadoras, rollos, cuadernos, carpetas, cajas y artículos de oficina. Pero en un pasado no tan lejano Printaform incursionó en el mundo de las computadoras. Su propuesta fue tan innovadora que hizo tambalear a su competencia en el mercado como IBM y Macintosh (Apple).
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1980 el boom de las computadoras
En este año la demanda por las computadoras personales apenas comenzaba todos querían tener su propia pc en su casa u oficina. Llegó primero la PC 5150 de IBM, exactamente el 12 de agosto de 1981 y mas tarde tuvo lugar el lanzamiento de la 128K de Macintosh. Mientras la euforia atrapaba a todos los consumidores en México se tuvo una batalla legal con la salida de la computadora Printaform Cado Systems. La empresa mexicana también ya llevaba su buen tiempo en la industria de equipos tecnológicos; por lo que la popularidad de éste nuevo artefacto comenzó a crecer rápidamente.
Printaform Cado Systems, presentó en una feria de Estados Unidos la computadora que resultó llamar mucho la atención. Ya que debido a su estructura podía ser considerada semi-portátil, estaba compuesta por un monitor de 12 pulgadas y lo mejor es que reducía bastante los costos. La fabricación y adquisición era mucho más barato que las Macintosh e IBM que ya estaban en el mercado.
LA TECNOLOGÍA QUE REVOLUCIONÓ LA FORMA DE HACER MÚSICA
México tuvo el futuro en sus manos. Ésta iba a ser la primer computadora que podía transportarse a todas partes, únicamente hacía falta una maleta donde guardarla y listo. El propietario de la empresa innovadora fue Jorge Espinosa Mireles e incluso el mismo Bill Gates lo contactó para un acuerdo entre Printaform y Windows.
Las Printaform eran apartadas por montón, y mucho más al llegar al mercado la Printaform multimedia que permitía almacenar Encarta (enciclopedia) y escribir textos con más facilidad. Sin embargo aquí va la parte fea del asunto; la marca mexicana tenía un futuro brillante, sin embargo el dueño Jorge Espinosa Mireles fue secuestrado por el PROCUP y quedó en banca rota.
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La corrupción siempre truncando los sueños y el camino a emprendedores que pudieron haber cambiado y aportado mucho al mundo. Pero eso no fue todo, cuando la empresa apenas comenzaba a recuperarse llegó el Tratado de Libre Comercio (TLC). Ese fue el final de las computadoras Printaform; actualmente la empresa sigue pero con la venta de muebles de oficina y papelería.