Tina Modotti nació un 16 de agosto de 1896 en Italia. Su padre era mecánico y su madre ama de casa, estudió hasta los 12 años en escuelas italianas y austríacas. Posteriormente, trabajó en una fábrica de textiles hasta 1913, cuando su familia decidió emigrar a Estados Unidos, donde trabajó en una fábrica y después como modista.
A los 21 años se casó con el artista Roubaix de l’Abrie Richey, conocido como ‘Robo’. Al mismo tiempo participó como actriz en películas mudas de Hollywood. Poco después, en 1921 conoció a Edward Weston, un fotógrafo norteamericano que le enseñó y contagió el gusto por tomar fotografías, fue con él con quien se vino a México, donde conoció a reconocidos artistas de la época como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
Tina Modotti no solo fue fotógrafa, también fue modelo, actriz, enfermera en la Guerra Civil y agente del Komintern. En primera instancia la fotógrafa vino a México para exponer sin saber que así comenzaría una aventura. Dos meses después de que su marido cruzara la frontera, Modotti supo que había contraído viruela. Hizo las maletas y se subió a un tren, pero antes de llegar a la Ciudad de México un telegrama le anunció su muerte.
Debido a su interés por el comunismo, Modotti comenzó a sentir que sus carreras como modelo y actriz ya no iban con sus ideales, así que decidió meterse de lleno en la fotografía pero con un enfoque social. Fue en México donde Modotti presenció la realidad de la trabajadores, los campesinos y de los barrios marginales a los que decidió retratar desde su mirada.
Durante su visita a la Ciudad de México trabajó con muralistas como Diego Rivera, Orozco y Siqueiros. Fue compañera de el Partido Comunista, en el que fue compañera de causa con Frida Kahlo. Poco a poco se hicieron íntimas, acudían a las manifestaciones y Modotti animó a la pintora a vestir de una manera más sobria, como una «buena comunista».
Debido a su lugar privilegiado con diferentes artistas de la época, Tina Modotti se convirtió en la fotógrafa favorita para documentar el movimiento mural mexicano. Su enfoque visual maduró tanto como sus obras, con interiores arquitectónicos, flores y paisajes urbanos, y especialmente en sus muchas imágenes de campesinos y obreros. En 1927 se afilió al Partido Comunista Mexicano y hasta hasta 1940 trabajó como editora colaboradora y fotógrafa de la revista ‘Folklor Mexicano’.
12 años después de iniciarse en el comunismo en 1939, Tina regresó como asilada a México, donde continuó su actividad política a través de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi. Un año después, el presidente Lázaro Cárdenas anuló su expulsión. Murió a los 46 años en extrañas circunstancias -unos dicen que de un ataque cardíaco y otros que debido a una purga comunista-, el 5 de enero de 1942 en el interior de un taxi que la llevaba a casa.
Fue enterrada envuelta en una bandera comunista adornada con la hoz y el martillo. Su amigo el grabador Leopoldo Méndez esculpió su perfil en la lápida y Pablo Neruda le dedicó un poema que terminó convirtiéndose en un poético epitafio.
«Puro es tu dulce nombre, pura es tu vida frágil. De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma. De acero, línea, polen, se construyó tu férrea, tu delgada estructura».