Vero Esqueda y su foto infrarroja: imágenes raras, un mundo extraño, la realidad que nadie ve
Verónica Esqueda es una artista mexicana que ha creado su propio mundo a través de la fotografía infrarroja, una técnica poco conocida, y que revela una realidad que nadie puede ver a simple vista.
Las fotografías de Vero Esqueda se distinguen por ser impactantes y mostrar escenas de fantasía; es difícil reconocer los paisajes del Estado de México que tras un clic y un proceso digital y de creatividad se convierten en escenarios de otro mundo.
“Hago fotos de personas o de paisajes que nadie podría ver con sus propios ojos, y le doy un toque especial en el revelado, en el color… donde encuentro mucha paz interior”.
En Yaconic entrevistamos a la pionera de la foto infrarroja artística en México y esto fue lo que nos contó sobre sus encuentros personales con la fotografía, cómo se convirtió en parte importante de sus terapias contra la depresión, y de lo que fue necesario para convertirse en una de las pocas fotógrafas (y fotógrafos) expertos en esta técnica con un enfoque artístico.
¿Cómo te inicias en el mundo de la fotografía?
Siempre me gustó la fotografía, pero nunca tuve la oportunidad de estudiar algo o tomar clases formales, o asistir a alguna escuela de fotografía. Hace 10 años tuve un acercamiento más fuerte con la foto, me empezó a llamar y yo decidí dedicarme por completo.
Antes de la fotografía solo hacía mi trabajo, vida familiar, social y nada más… No tenía una actividad adicional que me llenará el alma. También esto fue importante porque en diferentes terapias o grupos a los que asistía me decían que era importante encontrar un pasatiempo, o que hiciera algo más que solo el trabajo.
Descubrí en la fotografía algo que me hacía sentir bien. Empecé a acudir a congresos, convenciones, seminarios, tomé clases y aprendí de diferentes fotógrafos. Compré cursos en línea y presenciales, contraté a un maestro para aprender Photoshop. Primero cada fin de semana, después practicaba todos los días, de la noche a la mañana. Empecé con la fotografía de eventos sociales, corporativos, educativos…
¿Cómo llegas a la fotografía infrarroja?
Durante un congreso ofrecieron una plática que duró menos de hora sobre fotografía infrarroja, el nombre me dio curiosidad y al ver de qué trataba me cautivó. Decidí quedarme en ese tipo de foto hasta volverme especialista. Hoy es lo que más me gusta.
Vero Esqueda pasó de ver la fotografía como un hobbie a algo a lo que le dedicaría el resto de su tiempo. Pero no solo se trató de salir de la rutina en la que se había convertido su vida…
Con el infrarrojo estoy tomando una realidad muy distinta a la que vemos. Y eso es algo que me gusta. Los paisajes y los retratos se convierten en otra cosa, en escenarios alternativos, donde absolutamente todo cambia.
¿Qué te impactó de la foto infrarroja?
Con la foto infrarroja todo era diferente, absolutamente todo, incluso desde antes del trabajo que se hace posteriormente en la computadora. Se trata de capturar una realidad que ahí está, pero que no la podemos ver a simple vista, eso es impactante.
Cuando encuentro este tipo de fotografía… recuerdo que no estaba satisfecha con la vida que llevaba… la foto infrarroja me ofreció imágenes muy diferentes a todo lo que ya había visto.
¿Cómo el recorrido hasta convertirte en pionera de la foto infrarroja artística en México?
Me llevó cerca de un año entenderlo bien y practicar. Tuve mucho trabajo que consistió en documentarme en el tema porque no había información suficiente, no más allá del mundo de la película, cuando se usaba rollo.
Los libros que encontré eran de hace muchos años, sin actualizaciones. Quizás algunos artículos muy breves. A la par de la investigación, era cuestión de prueba y error, prueba y error…
La técnica, ¿puede usarse cualquier cámara?
El infrarrojo lo puede hacer cualquier persona que tenga una cámara DSLR o réflex digital. Es necesario comprar un filtro infrarrojo, tener un tripie.
La razón por la que una cámara no modificada depende del tripie es porque las fotografías infrarrojas se logran con exposiciones de entre 15 y 30 segundos.
Otra forma más profesional es hacer modificación interna a una cámara. En este caso se extrae un filtro que va delante del sensor, se aplican ajustes para el enfoque y se coloca el filtro. Así ya no será necesario el tripie, en comparación de la primera opción. Aunque este proceso debe quedar en manos de un técnico experto, pues en México no hay empresas que ofrezcan este servicio.
Lo anterior es apenas el 50% del trabajo de una foto infrarroja, el otro 50% es el revelado digital, la etapa de la creatividad. Es importante disparar en formato RAW para después jugar con las tonalidades que uno desea, o volver la fotografía en blanco y negro.
¿Qué hay de los filtros?
La comercialización de los filtros infrarrojos está prohibida en México, ya que se consideran herramientas de espionaje, por lo que solo se adquieren desde internet.
Cuéntanos acerca de tu proyecto: El extraño mundo de Vero
El infrarrojo es como entrar a un mundo raro. Es mi marca y un proyecto con el que busco generar imágenes que me hagan sentir bien. Lo que siempre busco en cada fotografía es algo que a mí me regale bienestar y tranquilidad. Este proyecto y las fotos raras son parte de mi terapia personal. Hago fotos de personas o de paisajes que nadie podría ver con sus propios ojos, y le doy un toque especial en el revelado, en el color, en donde encuentro mucha paz interna.
¿Cómo la fotografía se convirtió en la salvación?
La foto me ha ayudado mucho porque tengo un problema de salud que se llama disautonomía, misma que conduce a lapsos de depresión. Terapeutas y médicos me recomendaban buscar algo que me llenara. En lugar de volverme esclava de las pastillas busqué tener los mayores momentos positivos, y busqué cosas como la foto que me llenen el corazón. Por eso la foto ha sido una salvación en mi vida.
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