“La primera vez que encontré la distribución y el intercambio de artículos científicos fue en 2009”, dice Alexandra Elbakyan, nombrada por algunos como «la reina de la piratería». Matriculada en la Academia de Ciencias de Rusia, se topó con el mismo obstáculo que cientos de estudiantes como ella tienen que sortear: los muros de pago. La mayoría de las revistas científicas cobran por acceder a sus artículos. Y los precios solo suben año tras año.
Registros de Library Journal muestran que la suscripción anual a una revista de química en los Estados Unidos cuesta, en promedio, $4,773 dólares; mientras que las suscripciones más baratas rondan los $1,556 por año, para las revistas científicas generales. Esos precios hacen que las suscripciones sean inalcanzables para la mayoría de las personas sin acceso institucional, y también son cada vez más difíciles de financiar para las instituciones.
“Estaba acostumbrada a descargarme todo de internet gratis. Así que cuando empecé a encontrarme estos muros de pago, inmediatamente busqué en qué webs se podían descargar gratuitamente. Me quedé extremadamente sorprendida de que no hubiese una web o un torrent para estos artículos».
«¡Siempre he sido una pirata!«
Alexandra Elbakyan para The Verge, 2018.
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De programadora a reina de la piratería científica
Alexandra Asanovna Elbakyan, nacida en 1988 en Almaty, Kazajstán, es programadora de profesión y creadora del sitio web Sci-Hub, que brinda acceso gratuito a trabajos de investigación sin tener en cuenta los derechos de autor. Según Elbakyan, Sci-Hub ha proporcionado más de mil millones de artículos científicos a sus visitantes desde 2011.
Se graduó en Ciencias de la Computación en la Universidad Técnica Nacional de Kazajistán, especializándose en seguridad informática. En 2010 viajó a Friburgo; Alemania, para trabajar en un proyecto de interfaz cerebro-computadora. Luego, desarrolló un interés en el transhumanismo, corriente cuyo objetivo final es mejorar la especie humana utilizando todos los recursos que nos pueda proporcionar la tecnología. Esta mejora de la capacidades humanas se refieren tanto al ámbito físico como intelectual. Después, consiguió una beca de verano en el Instituto de Tecnología de Georgia, en los Estados Unidos, donde estudió sobre neurociencia y consciencia.
«Empecé a pensar en la idea de una interfaz cerebro-máquina que pueda conectar mentes de la misma manera que lo hace una red informática. Si la mente de un humano pudiera estar conectada a la de un pájaro, me preguntó, ¿podríamos experimentar realmente lo que se siente volar?»
Alexandra Elbakyan para The Verge, 2018.
Un año después regresó a Kazajstán, donde su participación en foros de intercambio de investigaciones la llevó a concebir una forma de automatizar el proceso de canje de ideas. Sci-Hub se lanzó el 5 de septiembre de 2011.
«Un artículo de investigación es una publicación especial escrita por científicos para ser leída por otros investigadores. Los artículos son fuentes primarias necesarias para la investigación; por ejemplo, contienen una descripción detallada de nuevos resultados y experimentos».
Vía Sci-Hub
«En este momento, la distribución más amplia posible de artículos de investigación, así como de otras fuentes científicas o educativas, están restringidas artificialmente por las leyes de derechos de autor. Tales leyes ralentizan efectivamente el desarrollo de la ciencia en la sociedad humana. El proyecto Sci-Hub, que se ejecuta desde el 5 de septiembre de 2011; desafía el status quo. Por el momento, Sci-Hub brinda acceso a cientos de miles de artículos de investigación todos los días, pasando por alto los muros de pago y las restricciones».
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Conocimiento para todos
Según Elbakyan, la ciencia y el comunismo (aunque no se considera a sí misma como una marxista estricta); comparten una misión común de acceso libre e igualitario al conocimiento, especialmente en un mundo en el que la mayoría de las investigaciones están financiadas en última instancia por fondos públicos: si el dinero con el que se financian los estudios es público, sus resultados deberían serlo también.
«Luchamos contra la desigualdad en el acceso al conocimiento en todo el mundo. El conocimiento científico debe estar disponible para todas las personas independientemente de sus ingresos, condición social, ubicación geográfica, etc».
«¡Nuestra misión es eliminar cualquier barrera que impida la distribución más amplia posible del conocimiento en la sociedad humana!»
Vía Sci-Hub
El proyecto Sci-Hub apoya el movimiento de acceso abierto en la ciencia. El acceso abierto es un conjunto de principios y una variedad de prácticas a través de las cuales los resultados de investigaciones se distribuyen en línea, sin costo u otras barreras de acceso. Con el acceso abierto estrictamente definido, o el acceso abierto libre, las barreras de copyright o reutilización también se reducen o eliminan mediante la aplicación de una licencia abierta de derechos de autor.
El funcionamiento del sitio se financia con donaciones de los usuarios. El código PHP; la configuración de los servidores web Linux; y el mantenimiento del mismo son hechos por la propia Alexandra, para evitar el riesgo de moles o un equipo comprometa el servicio.
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Infracción de derechos de autor y legalidad de las descargas
La policía afirma que Sci-Hub alberga 70 millones de artículos científicos, lo que representa el 80% del total mundial. En 2015, la editorial Elsevier, dueña de algunas de las revistas científicas más relevantes del mundo (que cobra unos 30 dólares por acceder a cada artículo), demandó a Elbakyan y ganó por daños y perjuicios exigiéndole el pago de $15 millones de dólares como indemnización.
Puesto que la demanda ha sido interpuesta en los Estados Unidos y ella no vive allí (su actual paradero es desconocido), no ha pagado nada de esa indemnización, y es probable que no lo haga nunca. La web de Sci-hub desaparece periódicamente para volver a estar online poco después bajo un dominio nuevo, evitando así el cierre definitivo por parte de las autoridades.
«No creo que sea posible vencer a una empresa tan bien financiada, rica e influyente», dice Elbakyan. En lugar de pelear el caso, simplemente lo vigila desde lejos. Dejando a un lado el dinero, «habría tenido que proporcionar ciertos documentos que potencialmente podrían haberme expuesto a mí o a mi ubicación física».
En junio de 2017, la American Chemical Society (ACS) presentó una demanda contra Sci-Hub en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia, alegando infracción de derechos de autor y marca registrada; solicitando una indemnización por $4.8 millones de Sci-Hub en daños y el bloqueo del proveedor de servicios de Internet del sitio web de Sci-Hub.
«Me decepcionaron los resultados de la demanda. Que la opinión pública y la posición de la sociedad moderna no se correspondan con la decisión de la justicia”.
Alexandra Elbakyan para The Verge, 2018.
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El mito de Alexandra Elbakyan
Los usuarios perciben que la interfaz de Sci-Hub ofrece una experiencia de usuario superior y comodidad en comparación con las interfaces típicas disponibles para los usuarios que tienen acceso a una suscripción paga.
Por sus acciones en la creación de Sci-Hub, Elbakyan ha sido llamada un héroe y «sucesora espiritual de Aaron Swartz«, quien en 2010 descargó millones de artículos académicos de JSTOR. También se la ha comparado con Edward Snowden; un ex consultor de inteligencia informática que copió y filtró información altamente clasificada de la Agencia de Seguridad Nacional en 2013.
También se le ha llamado como la «Robin Hood» moderna. En diciembre de 2016, Nature Publishing Group nombró a Alexandra Elbakyan como una de las diez personas más importantes en la ciencia de aquel año.