El inicio de año, representa la conmemoración de un día importante para los artistas y su legado. La festividad conocida como el «Día del Dominio Público» beneficia a una nueva generación de artistas y da a conocer las obras que eliminan las barreras legales de su uso. De tal forma, las obras de arte de dominio público contribuyen en gran medida a la creatividad, la innovación, e incluso, la economía.
De tal forma, conceder un conceder un acceso sin restricciones al patrimonio cultural, el dominio público incentiva a artistas a inspirarse en el pasado. O de otra manera, echar mano de la obra existente para nuevas creaciones que reivindican o posicionan de nuevo al artista original. Este año, las obras de arte de dominio público incluyen artistas como Henri Matisse, Robert Capa y Frida Kahlo.
Además de las novelas «Adiós a las armas», de Ernest Hemingway y «El ruido y la furia», de William Faulkner. En el mundo de la animación y las caricaturas, los personajes de cómic de Popeye y Tintín también pasan a ser obras sin restricción legal. Pero, ¿de qué forma el arte de dominio público puede contribuir a la sociedad más allá de la contemplación y admiración?
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Pues bien, al no existir una complicación legal por su uso, modificación o distribución, una obra de arte de dominio público puede ser empleada sin ninguna penalización. Sin embargo, determinar la protección de los derechos de autor para obras de arte visual individuales es particularmente complicado, dadas las fechas de creación y publicación a veces contradictorias que se conocen. Para ello, se recomienda consultar historiadores de arte y las publicaciones de Public Domain Review, con sede en el Reino Unido, así como el Centro para el Dominio Público de la Universidad de Duke.
Cabe destacar que no existe un único plazo universal en todos los países. De hecho, a lo largo de los años estos plazos han cambiado a nivel global o país por país siendo algunos cambios retroactivos y otros no. En general y según los parámetros de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, el plazo mínimo actual serían 50 años pero cada nación puede, de acuerdo a sus propios estatutos, ampliar estos plazos.
En Estados Unidos, el Reino Unido y Europa, las obras de un solo autor suelen conservar la protección de los derechos de autor durante la vida del autor más 70 años. Mientras que en México, el arte de dominio público se reconoce así 100 años después de la muerte de su autor o de la fecha en que se dieron a conocer en el caso de obras póstumas.
Por lo tanto, imprimir alguna fotografía de Robert Capa, modificar alguna pintura de Frida Kahlo incluso a manera de sátira, ya no representa ningún peligro legal. El arte de dominio público resulta un beneficio para quienes deseen poseer una pieza sin contar con el capital para adquirir un original o para quienes deseen realizar una aportación al trabajo existente.
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola
