El diseño ha formado una mancuerna con el reciclaje y el reuso. Muchas personas han optado por darle una segunda vida a los objetos con la finalidad de reducir la huella ecológica. Esto ha impactado directamente el pensamiento consumista y el fast fashion, donde poco o nada se realiza por cuidar el medio ambiente. Mizael Perea le dio la vuelta la basura electoral y la convirtió en prendas únicas y originales.
Mizael Perea es un diseñador mexicano que encontró en el desperdicio de las elecciones, una oportunidad de negocio. Y por si fuera poco, que además, es amigable con el ambiente. Sus diseños aminoran la cantidad de toneladas de basura que dejó las recientes elecciones. Bolsos y gorras, forman parte de una colección divertida y original.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez e incluso Omar Harfuch, forman parte de una colección diferente. Mizael Perea, confeccionó sus diseños a partir de lonas, pendones, gorras y artículos promocionales de las elecciones. Su material lo obtuvo de las calles de la Ciudad de México tras impactarse de la cantidad de desechos e ideó como aprovecharlos mediante sus conocimientos como diseñador industrial.
Estas son las películas de terror imperdibles para el verano
Mizael Perea tiene 33 años y es diseñador industrial de profesión. Para realizar esta «moda electoral», recolectó material de las calles, especialmente de puentes peatonales. En un recorrido normal, Mizael notó que la propaganda electoral era arrancada o intervenida por el partido contrario. Por ello, decidió tomar las lonas y aprovechar al máximo cada una de ellas, realizando intervenciones a los rostros o colocando prints encima de las caras que vimos durante la temporada electora.
El diseñador vende sus productos a través de su página de instagram llamada «Pancarta» y en el mercado de La Lagunilla. Cada bolso tiene un costo alrededor de $400 pesos. Pero, los productos de Mizael Perea no se limitan a las tote bag. También cuenta con gorras pertenecientes a la campaña electoral que intervino con estoperoles, agujetas y otros abalorios.
Aunque la propuesta es innovadora y bastante buena, no resulta suficiente para el control de daños de la basura electoral. Tan sólo las votaciones pasadas, dejaron unas 25.000 toneladas de basura, sólo en Ciudad de México. Y aunque hubo otras persona además de Mizael Perea que reutilizaron las lonas, como el caso de José Antonio Brígido quien usó la propaganda para hacer camitas para perros, el esfuerzo por terminar con la basura electoral, no ha sido suficiente.
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola
