Edward James, el famoso escultor británico que quedó fascinado por México y nos legó un Jardín de otro mundo. Su nombre completo fue Edward Frank Willis James y era principalmente un millonario. Pero al mismo tiempo un artista bien instruido, un poeta, escultor y mecenas ligado totalmente al movimiento surrealista. Se podría decir que James nació en cuna de oro, pues su riqueza la obtuvo por herencia de sus padres. Se supone que él fue el supuesto hijo del rey Eduardo VII. Por eso perteneció a la aristocracia inglesa a pesar de ser un distante pariente a la corona.
Se dice que una de sus influencias a la hora de crear fue su propia infancia, ya que de niño la pasó la mayoría del tiempo solo e inestable, por lo que se vio obligado a crear mundos en su mente para escapar del confinamiento y la ciudad. Años más tarde, esto lo llevó a encontrar paz dentro del surrealismo.
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Los surrealistas
Hacia los años 30, James comenzó a vincularse con el movimiento surrealista y sus poemas fueron publicados en Minotaure. También es en esos momentos cuando inicia una amistad con Salvador Dalí y Luis Buñuel; se vuelve tan cercano con el pintor que organizan la compra de un bombardero checoslovaco para emplearlo en la Guerra Civil Española. Esto a cambio del préstamo de una serie de obras del Museo del Prado, esta idea se la propusieron a Luis Buñuel, pero la rechazó rotundamente.
Pasaron los años y James se dedicó a patrocinar el pabellón surrealista de la Feria Mundial de 1939 en Nueva York. Este evento le costó su amistad con Dalí. Sin embargo el poeta logró aparecer en algunos cuadros de sus amigos surrealistas, como “Swans Reflecting Elephants” de Dalí, “La Reproduction Interdite” y “The Pleasure Principle: Portrait of Edward James” de René Magritte.
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«El más loco de todos los surrealistas juntos».
Salvador Dalí
El viaje de Edward James
Es en los años 40 justamente en 1944, cuando Edward James llega a México con Roland McKenzie y Plutarco Gastelum para realizar un proyecto llamado “Jardín del Edén”. Los tres compañeros eligieron un terreno al borde del río Santa María, en Xilitla, muy en lo alto de la Sierra Huasteca del noreste de México. Fue entonces que consiguen instalarse en ese sitio y la construcción arranca con la ayuda de varios trabajadores huastecos para levantar aquel jardín de ensueño.
Desde entonces el surrealista iba y venía entre México e Inglaterra hasta el día de su muerte, fue en México donde creo lazos con otros de los artistas en ese tiempo como Leonora Carrington.
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Por otro lado existe una historia más ad hoc para describir la elección de la tierra que albergaría esta utopía. Se dice que cuando estaban explorando la Huasteca Potosina, James y Gastélum fueron envueltos por una nube de mariposas mientras se bañaban en el río. El escritor lo tomó como un acontecimiento mágico.
El Jardín Fantástico
El diseño del jardín cuenta con una serie de esculturas que desafían la racionalidad arquitectónica, llevando al espectador por mundos de fantasía y realidad. Entre la flora y fauna el arte de James simplemente se fusionó hasta crear esa maravilla. En el mágico lugar se aprecian columnas ornamentales gigantes, arcos góticos, puertas dramáticas, pisos en niveles y escaleras de caracol infinitas.
Entre las principales construcciones que conforman este sitio también llamado Las Pozas, están La escalera al cielo, La estructura de tres pisos que pueden ser cinco y La recámara con techo en forma de ballena, así como la Casa Don Eduardo, la Casa de los Peristilos y La estructura llamada El Cine, en donde James planeaba películas a los trabajadores y a sus familias del estilo de Flash Gordon en los años 70s y 80s.
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Esta construcción comenzó en 1947 y más de 150 personas de la región que participaron, incluidos carpinteros, albañiles y jardineros dirigidos por Carmelo Muñoz Camacho. Cuenta con un total de 36 esculturas irregulares repartidas en casi 81 mil metros cuadrados de selva en Xilitla.
Si te interesa visitar el Jardín se ofrecen visitas guiadas por la zona selvática con estanques y cascadas. La dirección es: 20 de Noviembre 1477, Xilitla, San Luis Potosí.
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Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.
