Hector Guimard, el gran arquitecto, actualmente considerado como uno de los exponentes más relevantes dentro del movimiento modernista francés.
Su obra, enmarcada dentro de los cánones del movimiento modernista, sigue un plan libre y asimétrico en cada proyecto. Por lo que Guimard Fue amo y señor de un estilo único y trascendente dentro de este movimiento.
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Parte de su obra, con notable influencia del artista belga Victor Horta, es ahora inmortal en las entradas del metro de Paris, así como en rejas, mobiliario y diversos edificios de esta ciudad.
Él fue Hector Guimard
Si bien Hector Guimard se dedicó a la arquitectura, también fue decorador. La vida del artista comienza con su nacimiento en Lyon, Francia en 1867.
El artista se inicia en estudios de arquitectura y se sumerge en este mundo bajo influencias principales de Eugène Emmanuel Viollet-le-Duc. Quien sentó las bases, a partir de 1863, de los futuros principios estructurales del modernismo.
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Es en 1882 cuando su familia se traslada a París para sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de París, dirigido por Louvier de Lajolais y donde precisamente recibiría las lecciones de Eugéne Tren o Chales Génuys. Posteriormente continúa estudiando en École des Beaux Arts en Paris.
Para esos años Hector Guimard ya destaca como estudiante y artista, lo que lo lleva a conseguir varias becas en Escocia, Holanda, Bélgica e Inglaterra.
Obras y estilo del gran Guimard
Para el estilo de Guimard, se caracteriza principalmente por las formas sinuosas y curvas combinadas con la forja, el vidrio, la cerámica, etc; aparecen también los motivos florales, animales y vegetales.
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En 1889 participó en la Exposición Universal de París, y de sus más reconocidos trabajos fueron: el Hotel Roszé situado en la 34, Rue Boileau o la construcción en 1893 de la Villa Jassédé en la Rur de Chardon Lagache (París). Y otro de los más emblemáticos, fue el Hotel situado en la 63, Rue du General de Gaulle a Issy les Moulineaux.
Ya para 1898, su realización más reconocida en este tiempo, fue el Castel Béranger , y es justo donde se ve ilustrado ese momento de transición con el choque entre sus dos herencias: sobre los volúmenes geométricos de inspiración medieval de la estructura se extiende a profusión la línea orgánica «en golpe de látigo» una clara importación de Bélgica, por ejemplo.
El metro en Paris y el mundo
Paris estaba en búsqueda de un artista que se encargara de la construcción para las entradas del metro, por lo que la empresa constructora: Compagnie du chemin de fer métropolitain de Paris, la Compañía del Tren metropolitano de París (CMP) lanzó un concurso. Hector Guimard participó con un proyecto inspirado en los ideales modernistas, se trataba de unos accesos realmente bellos hechos con metal, vidrio y cerámica.
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Y aunque el ganador del concurso fue el arquitecto Henri Duray, el presidente de la CMP, Adrien Bénard, prefirió el diseño del arquitecto municipal Jean-Camille Formigé. Sin embargo más tarde propuso al arquitecto Hector Guimard, ya que al mostrar un estilo art nouveau en su propuesta ya mencionada, se dedujo que atraería más a los parisinos a utilizar este nuevo modo de trasporte.
A través de este trabajo, Guimard dio a conocer al público el estilo art nouveau con el que hasta entonces solo la clase pudiente estaba familiarizado.
Un dato curioso, cabe mencionar que varias réplicas del diseño original de París fueron exportadas a ciudades como Lisboa, Ciudad de México y Moscú.
En la Ciudad de México, la obra se encuentra en uno de los accesos de la estación del metro Bellas Artes. Fue un regalo y formó parte del aniversario de las relaciones entre los sistemas de transporte entre México y Francia.
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Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.