Las leyendas navideñas de origen mexicano son perfectas para leer en familia justo en la víspera de Navidad. O también para entender más el folklor de nuestra cultura en esta importante fiesta.
LEYENDAS MEXICANAS SOBRE NAVIDAD:
A continuación te compartimos dos leyendas mexicanas muy curiosas acerca de la simbólica flor de Nochebuena y el primer árbol de Navidad que apareció en México.
NOCHEBUENA: «LA FLOR MÁS BELLA» EN EL MUNDO PREHISPÁNICO
LA FLOR DE NOCHEBUENA
La flor de noche buena. Hace muchos años, en un pequeño pueblo de México, todos los habitantes se reunían en la iglesia cada año durante el nacimiento de Jesús para dejarle algún regalo.
Un pequeño niño llamado Pablo solo veía como todos iban y depositaban sus regalos pero él no tenía nada que regalar, él era muy pobre y eso lo hacía sentir mal. Pablo quiso esconderse para evitar que otro miraran que no tenía nada que dar, fue y se escondió en un rincón de la iglesia y comenzó a llorar, pero pronto de sus lágrimas que habían caído al suelo, comenzó a brotar una hermosa flor con pétalos rojos. Pablo comprendió que aquella flor era un regalo de Dios, para que Pablo se la regalara al niño Jesús. Contento fue y deposito aquella flor juntos con los demás regalos, pero manteniendo el secreto que había nacido de sus lágrimas.
Cuenta la leyenda que había una niña de escasos diez años cuya madre tenía el encargo de tejer una cobija nueva para el pesebre del Niño Jesús de su iglesia, ya que la que tenía estaba muy vieja y raída. Ella aceptó encantada la distinción que le confería el párroco, empezó a elaborarla con gran entusiasmo, pero al caer gravemente enferma no pudo terminarla y la dejó a medias en el telar.
LA LEYENDA DETRAS DE LA FLOR DE CEMPASÚCHIL
La niña preocupada intentó acabarla, pero sólo consiguió enredar todos los hilos y las madejas. Al día siguiente, al atardecer, empezó la procesión al templo de todos los lugareños y la pequeña escondida detrás de un gran matorral, llorando, los veía pasar con enorme tristeza pues su madre seguía enferma y no había cobijita nueva para el Niño. De pronto se le acercó una anciana bondadosa y le preguntó qué le pasaba.
Lucina, que así se llamaba la niña, le contó toda su pena y la buena mujer la consoló diciéndole que ya no se preocupara pues su mamá ya había sanado y que se apurara a cortar unas ramas de esa planta que la escondía y se las llevara como obsequio al Santo Niño.
La niñita, no daba crédito a lo que oía, pero obedeció dócilmente a la señora y con un manojo de aquellas ramas llegó corriendo al templo. Colocó con gran cuidado las varas alrededor del pesebre , mientras la gente en silencio la observaba.
De pronto todo se iluminó y de cada rama había surgido una enorme estrella roja que entibió rápidamente el ambiente.
La niña sonrió pues seguramente el divino Niño ya no pasaría más frío. Llena de contento salió corriendo y vió que todos los matorrales de la calle y las montañas, lucían estrellas radiantes iguales a las que había en el pesebre y que su humilde presente se había convertido en el más resplandeciente de todos los regalos.
EL PRIMER ÁRBOL DE NAVIDAD EN MÉXICO
Para las fiestas navideñas de 1864, el Palacio Imperial de Chapultepec, remodelado al gusto de Maximiliano I de México y su esposa Carlota, presentó algo extraordinario, algo que los mexicanos no habían visto jamás: un gran pino colocado al centro de uno de los salones del palacio, y el pino decorado con listones, velas, frutas y regalos a sus pies.
Los aristócratas mexicanos que tuvieron oportunidad de ver ese árbol navideño de inmediato adoptaron la idea y colocaron en sus casas y mansiones uno similar. Así empezó esta costumbre europea, desconocida en el país, traída a México por Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica.
8 IDEAS PARA HACER UN ÁRBOL DE NAVIDAD CON MATERIALES RECICLADOS
Bien sabemos que el Segundo Imperio Mexicano fue corto. A partir del fusilamiento en el cerro de las Campanas en Querétaro, en 1867, de inmediato el gobierno de México trató de erradicar algunas costumbres europeas traídas por el Emperador y su corte, y es así como el uso del árbol de Navidad empezó a caer en desuso y se recuperó la tradición del nacimiento, más arraigada desde la época virreinal.
Sin embargo, en 1878 reapareció públicamente un árbol de Navidad ornamentado para las fiestas. Éste fue obra de Miguel Negrete –rival político de Porfirio Díaz–, quien lo adornó de manera tan espectacular que fue mencionado en varios periódicos y visitado por muchísima gente.
Así, más de 150 años después de que el Castillo de Chapultepec se viera engalanado con el primer árbol de Navidad, hoy en día los hogares mexicanos se decoran con pinos o con nacimientos, según la preferencia familiar, aunque también es común que en muchas casas o comercios coloquen pinos y nacimientos para celebrar el natalicio de Jesús.
Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.