BEAT: aquella literatura estadounidense que afloró en la década de los 50´s y que revolucionó las formas mezclando la literatura con música de jazz. Gustaban de escribir sobre la experimentación con drogas, los viajes en carretera y el contacto con las filosofías orientales. Tres autores icónicos: Jack Kerouac, Allen Ginsberg y William Burroughs.
«La ciudad de México me gustó desde el primer día que llegué… en 1949, era un lugar barato para vivir, con una gran colonia extranjera, burdeles y restaurantes fabulosos, riñas de gallos, corridas y todas las diversiones imaginables. Un soltero podía vivir bien por dos dólares al día».
-W.S. Burroughs-
(Queer)
Entre todos, quizás la figura más representativa sea precisamente la de Kerouac, el poeta romántico que murió a los 47 años a causa de una hemorragia abdominal provocada por el alcohol. Jack Kerouac es autor de la obra cumbre del Beat, En el camino, la novela que pondría de moda el road trip. En esos viajes algunos llegaron hasta México: la tierra idílica, lejos de la América salvaje e industrializada. Quizás no todo fue miel.
William Burroughs, más fans que lectores
KEROUAC EN MÉXICO
En una carta escrita a Allen Ginsberg en mayo de 1952 (*), Kerouac describe, en palabras del propio Ginsberg, “la imagen más grandiosa de México que haya leído jamás”. Piezas clave: El pulque como la mejor bebida del mundo, la hermosa tierra de Jalisco, y Culiacán como el centro del opio en América.
Las canciones mexicanas que siempre contienen un entusiasta Ay ay ay ay ay. (Kerouac narra que cantó Scrapple from the apple de Miles Davis en un autobús procedente de Guaymas). Observando el sol del Pacífico mexicano, JK señala que experimentó uno de los momentos místicos más importantes de su vida: comprendió que el indio mexicano es sencillo, directo y perfecto. Ginsberg tenía razón: ésta es la visión romántica por excelencia. EL MÁGICO SUR.
Sin embargo, la relación Kerouac– Ciudad de México posee tintes más agridulces: si bien destaca la calidez del D.F. con las nubes matutinas, el olor de las tortillas y la música de Pérez Prado, fue aquí también donde contrajo disentería y vivió un terremoto sin precedentes en 1957.
El lado feo de su estancia en la ciudad es más evidente en Tristessa, donde narra la relación que sostuvo con una mujer indígena llamada Esperanza: una hermosa prostituta adicta a la heroína a quien JK adoraba profundamente. El final de la novela es el desencanto y la desolación. Sin duda, Tristessa es una de las mejores obras que escribió Kerouac en su vida.
*CARTAS de Allen Ginsberg y Jack Kerouac
B-BOYS, TRIBU URBANA O COMPLEMENTO DE UNA CULTURA
ON THE ROAD / COLONIA ROMA D.F.
Si bien son conocidas sus idas al Bombay (un burdel detrás de Garibaldi), sus picnics en Chapultepec y sus paseos por San Juan de Letrán, Reforma e Insurgentes, la colonia Roma fue, por excelencia, el centro de Kerouac en el D.F.
José Alvarado 37: Antes Cerrada de Medellín. Esta fue la primera dirección de W.S. Burroughs en el D.F. En 1950, Jack Kerouac y Neal Cassady llegaron aquí para concluir su road trip EU-México. Kerouac escribió un poema “Blues de la Cerrada Medellín”.
Orizaba 210: El epicentro de los beats en el D.F. Un lugar donde también se alojaron Allen Ginsberg y Gregory Corso. Fue aquí donde Kerouac escribió Tristessa y el poemario Mexico City Blues.
Plaza Luis Cabrera: Cuenta Jorge García-Robles, autor de Burroughs y Kerouac: dos forasteros perdidos en México, que era aquí donde WB y JK se acostaban en el césped a la media noche para experimentar con alucinógenos.
**Monterrey 122: Fue en este edificio donde William Burroughs mató accidentalmente a su esposa jugando a Guillermo Tell: ella se puso una manzana sobre la cabeza, él disparó. Obviamente, falló el tiro.