Kintsugi (en japonés carpintería de oro), es el arte para reparar piezas de cerámica utilizando oro. Pero ésta técnica ha roto las barreras físicas y actualmente ha sido adoptada como una filosofía de vida.
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¿En qué consiste el Kintsugi?
La técnica de Kintsugi o Kintsukuroi es de origen japonés y se utiliza específicamente para arreglar fracturas de la cerámica; con herramientas como el barniz de resina espolvoreado o una mezclado con polvo de oro, plata o platino.
Ea por eso que se ha retomado como metáfora para describir una manera de sanar o curar cicatrices, del cuerpo, del alma y del espíritu en los seres humanos. Ya que es una técnica muy bella de restaurar por ejemplo, el volver a unir los pedazos de nuestro corazón, cuando tenemos una pérdida muy fuerte o cuando atravesamos por situaciones difíciles y nuestra autoestima queda destrozada.
Que mejor manera, que «pegar» esos pedacitos con oro puro o algún metal precioso. En éste caso el oro representaría la metáfora de energía nueva y vibras buenas para «restaurarnos» como personas.
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La filosofía de Kintsugi
Esta manera de pensar nos plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto, y que deben mostrarse en lugar de ocultarse, incorporarse y además hacerlo para embellecer el objeto, poniendo de manifiesto su transformación e historia. Exactamente lo mismo que ocurre con los seres humanos y a lo largo de nuestra vida.
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Las frases incorporadas a dicha filosofía son las siguientes:
- El accidente (La fractura del objeto y reunir los fragmentos)
- Armado (limpieza de las piezas y ensamble previo)
- La espera
- Reparar
- Revelar
Si los analizamos a profundidad, se traducirían como los pasos de sanación para nuestra alma misma, como ya lo mencionaba, durante un duelo, pérdida y superación personal.
Acerca de la técnica y su historia
El proceso para lograr la técnica exacta del Kintsugi, consiste en unir las piezas mediante laca Urushi, la cual está hecha a base de resina del árbol Urushi. Y se rocía con polvo del metal precioso seleccionado, por ejemplo: oro, plata o platino.
Y para aplicar esta laca se debe hacer con un pincel de kebo o makizutsu. Una vez terminado el proceso el objeto o pieza se convierte en una verdadera obra de arte, un objeto totalmente renovado cubierta de brillantes y preciosas cicatrices.
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Todo comenzó a finales del siglo XV cuando el shōgun, Ashikaga Yoshimasa, envió a China dos de sus tazones de té favoritos para ser reparados. Los cuales se los regresaron mal reparados y feos con grapas metálicas.
Como obviamente no le pareció, se dio a la tarea de buscar artesanos japoneses que arreglaran ese desastre; y fueron justamente ellos quienes iniciaron este delicado y bello arte.
Incluso esta transforma estéticamente de una pieza reparada, le ha dado un nuevo valor a antiguas piezas, mucho más que a las piezas que nunca se rompieron. El proceso no se quedó únicamente en Japón, sino que ha sido aplicado en otros países como China, Vietnam y Corea
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Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.
