Quizá para muchos resulte conflictuante la idea de mujeres tomando justicia por su propia mano. El machismo y la misoginia han colocado al sexo femenino en el papel de sumisas silenciosas que nada deben hacer fuera del esquema bajo el que se les tiene contempladas. Sin embargo, las historias de las mujeres que han desafiado los estereotipos de género son variadas, tal como es el caso de Las Castradoras de Santa Fe, el grupo de vengadoras de la Ciudad de México.
Por allá de los años ochenta, México estaba sumergido, para variar, en una crisis económica y los jóvenes encontraban identidad en las expresiones culturales de las ideologías que conformaban las tribus urbanas. Las pandillas de adolescentes tomaban cada vez más fuerza en los barrios populares de la ciudad y aterrorizaban, incluso a los maleantes.
LA DIOSA DEL ASFALTO: EL ORIGEN DE LAS CASTRADORAS DE SANTA FE
Las asignaciones de género han querido colocar a Las castradoras de Santa Fe en el olvido. Sin embargo, su historia dentro de la marginación, la violencia, el machismo y la pobreza que vivían, les brindó la rabia y la valentía de cuidarse entre ellas y tomar la justicia en sus manos en contra de los agresores de mujeres, en específico, aquellos de consideraban los cuerpos de las mujeres objetos de uso y de deshecho.
Uno de los barrios del extinto Distrito Federal, fue la cuna de Las Castradoras de Santa Fe. La decisión de declararle la guerra a los acosadores y violadores vino en compañía de otras bandas de mujeres que eran ignoradas por otras pandillas masculinas aunque hubiera relación entre ellas. Las Desgarradoras, Las Viudas negras y las Nenas Mierdas se aliaron a la persecución de agresores tras la imparable ola de violencia contra el sexo femenino que fue dada a conocer tras la denuncia de agresiones sexuales a bordo del transporte del barrio.
Para infortunio del violentador y beneficio de las féminas que temían por su seguridad, este fue descubierto, detenido, linchado y posteriormente, castrado por Las Castradoras de Santa Fe. Dejando un contundente mensaje para los machistas: las mujeres ya no estaban dispuestas a callar y quedarse apaciguadas. De ahí el origen de su impresionante nombre de pandilla.
Chloé Jafé: fotógrafa de las mujeres yakuza
La vestimenta de Las Castradoras de Santa Fe era característica de la época: la mezclilla y el cuero como segunda piel se acompañaban de botas industriales, cabello desenfadado y miradas intimidantes. Para entonces, el feminismo académico no era un tema popular, menos en los barrios marginados pero estaban hartas de vivir con miedo, aplicando una teoría desconocida desde el coraje, la sororidad y la necesidad de supervivencia.
De este fenómeno del antiguo Distrito Federal, nació la inspiración para la creación de la película «La diosa del asfalto«, materializada en el guión escrito por Inés Morales y Susana Quiroz que colaboraron bajo la dirección de Julián Hernández y trabajaron con grupos femeninos que compartían la ideología de las legendarias Castradoras de Santa Fe.
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola