A continuación te compartimos las peores restauraciones de arte que se han visto en la historia. Lo que inició como una inocente acción para arreglar piezas dañadas terminaron con desastrosos resultados. Desafortunadamente quienes encargaron esta delicada tarea confiaron en personas que no cumplieron las expectativas y probablemente no contaban con los conocimientos suficientes. Por lo que sigue sorprendiendo a la audiencia estos errores tan atroces.
La restauración artística, se trata de una disciplina que combina ciencia y arte. Es decir, se encarga de devolver a estas piezas su esplendor original y garantizar su conservación para futuras generaciones. Por tal motivo, los restauradores tiene que ser especialistas y sobretodo investigadores. Pues es necesario revisar el pasado cada vez que abordan una nueva obra.
El arreglo es realizado, mediante técnicas especializadas y un profundo conocimiento de los materiales y técnicas artísticas de cada época, ya que solo de esa manera es como logran identificar los daños sufridos por la obra y aplicar los tratamientos adecuados.
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6 restauraciones de arte fallidas
Ecce Homo de Borja
Esta es una de las restauraciones que el mundo jamás olvidará. El Ecce Homo, obra del pintor Elías García Martínez, un fresco qué pasó varios años en las paredes del Santuario de la Misericordia en Borja en un mal estado de conservación.
Fue en 2012 que una feligresa llamada, Cecilia Giménez, en ese entonces de 81 años intervino y se ofreció para restaurar la obra. Finalmente realizó la pintura sin dominar las técnicas necesarias y terminó por presentar un rostro deformado.
”La inmaculada del Escorial”
En 2020, un artesano de muebles fue el encargado de trabajar la pintura, La Inmaculada del Escorial. Se trataba de una copia de principios del siglo XX de de Bartolomé Estaban Murillo (pintura de 206×144 centímetros), la cual se realizó entre 1660 y 1665. Y cuyo original se encuentra en el Museo del Prado.
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Fresco de la dinastía Qing
Altos cargos de un Ayuntamiento en el noreste de China fueron destituidos en 2013m tras descubrirse que en las en las labores de restauración de un templo de la dinastía Qing (1644-1911). Uno de los frescos en la pared había sido tapado con una pintura completamente diferente. La mala restauración fue descubierta por un visitante quien publicó en las redes sociales fotos del antes y el después de la restauración.
Los nuevos “frescos” tienen colores mucho más brillantes y mantienen la temática religiosa del lugar, pero cambian completamente los personajes y parecen haber usado materiales acrílicos inexistentes en la época de los originales.
Figuras de la Virgen María, Santa Ana y el niño Jesús
En la Ermita de Rañadoiro en Asturias, unas figuras de madera del siglo XV fueron restauradas. Una vez más vemos un caso sobre fieles de la iglesia que se ofrecen para arreglar las obras. Fue en 2018 que religiosos intervinieron las piezas y aplicaron colores vivos y mal mezclados. Los rostros y las prendas tuvieron modificaciones irreversibles.
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El caballero del Greco
El Greco utilizaba colores puros y vibrantes, a menudo contrastando tonos cálidos y fríos. Manejaba también la luz y la sombra para destacar las figuras y crear una atmósfera dramática en sus cuadros. Estas eran las características que hicieron grande al pintor. En 1996, el cuadro, “Caballero de la mano en el pecho”, tuvo una profunda restauración. En la que el fondo oscuro se modificó, cambiando su apariencia de forma radical.
Barbilla de Tutankamón
Otro de los casos mas sonados, sucedió en 2015, cuando la barbilla de Tutankamón fue desprendida. La barba postiza de la máscara mortuoria dorada perteneciente al faraón se rompió. La máscara de oro, con incrustaciones de piedras semipreciosas, sufrió daños durante unas obras del recinto. En 2014 trabajadores cambiaron la iluminación del Museo Egipcio, sin embargo la perilla de la máscara del joven Tutankamón se desprendió accidentalmente. Los mismo encargados intentaron pegarla con resina «epoxy».