María Dolores Estévez Zuleta, aka Lola la Chata, figura entre las principales traficantes de mota, morfina y heroína en México; entre las décadas de los años 30 a los 50.
Lola La Chata se convirtió en una de las traficantes más famosas, gracias a las notas periodísticas policíacas.
De María Dolores a «Lola la Chata»
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María Dolores nació en 1906 en la Ciudad de México, pero su verdadera historia comienza en el barrio de La Merced, el cual ha sido uno de los principales centros comerciales de las clases populares.
Todo se remonta al pequeño puesto de su madre donde le ayudaba a vender chicharrones y café. Y como en ese entonces, gracias a las emigraciones de extranjeros de pueblos cercanos, hubo una importante afluencia económica que benefició al comercio en el mercado, tanto de productos legales como ilegales.
Y aquí es en donde ese pequeño e inofensivo negocio familiar, se inclinó por la venta de marihuana y opio.
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A sus 13 años, Maria Dolores comenzó también a vender estas dos drogas, pues al ser una menor de la que no podía sospecharse, era utilizada como transportista o «mula» de las drogas.
Para sus 28 años María Dolores ya era conocida como la verdadera emperatriz del narcotráfico en México (no como las últimas emperatrices que han surgido de repente). Desde entonces Lola La Chata dirigió su ese matriarcado por 30 años.
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Lola La Chata pronto se internacionalizó junto con el negocio, gracias a sus conexiones con delincuentes, policías y burócratas.
También influyó mucho la relación que mantuvo con Casto Ruz Urquizo, un hampón de mediana categoría con quien se fugó posteriormente a Ciudad Juárez en plena Revolución Mexicana y terminó conociendo el mercado norteamericano.
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Más tarde regresa a México y se casa con José Trinidad Jaramillo, con quien iniciaría sus laboratorios clandestinos y exportaban hasta Estados Unidos y Canadá.
A finales de los años 30 la suerte abandonó a La Chata. Ya que el doctor Leopoldo Salazar Viniegra, jefe del Departamento de Salubridad Pública del gobierno de Lázaro Cárdenas, Harry J. Anslinger, jefe del Buró de Narcóticos y Sharman jefe de la División de Narcóticos Canadiense llevaron tras las rejas a la emperatriz.
El fin del matriarcado
Entre 1934 y 1945, Lola La Chata fue arrestada 7 veces y las cárceles que recorrió, fueron la legendaria cárcel de Lecumberri, la Cárcel de Mujeres y las Islas Marías.
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Dolores siempre lograba salir de aquellos arrestos, hasta que finalmente en 1957 fue arrestada por última vez en su domicilio mientras procesaba heroína. Sin embargo eso nunca la detuvo, continuó con su negocio, además de que gozaba de varios privilegios.
Hasta que 2 años después de su detención, a causa de una falla coronaria, murió la famosa Lola La Chata.
Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.
