Lygia Clark, es conocida por ser una artista brasileña que cofundó el Movimiento Neoconcreto en las distintas disciplinas artísticas. Clark se comprometió desde sus inicios a redefinir la relación entre el arte y el ser humano a nivel conceptual y sensorial. Principalmente realizó y destacó con pinturas, esculturas, instalaciones y acciones sensoriales vinculadas al arte y a la psicoterapia.
En 1947 comenzó sus estudios artísticos guiada por Roberto Burle Marx y Zélia Salgado. Más tarde en 1950 se fue a París y estudió pintura con Isaac Dobrisnsky, Arpad Szenes y Fernand Léger. Finalmente dos años después, en 1952 realizó su primera exposición en el Institut Endoplastic y luego regresó a Río de Janeiro. Allí se convirtió miembro fundadora del ”Grupo Frente”, liderado por Ivan Serpa y también integrado por Hélio Oiticica, Lygia Pape, Aluísio Carvao, Décio Viera, Franz Weissmann y Abraham Palatnik, entre otros.
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Movimiento Neoconcreto
El neoconcretismo fue un movimiento artístico surgido en Río de Janeiro, Brasil, a fines de la década de 1950. Y se dio como respuesta y reacción al concretismo ortodoxo. En resumen, iban en contra las actitudes cientificistas y positivistas en el arte. El eje central del neoconcretismo fue la búsqueda de la experiencia artística como praxis vital. Liderados por Ferreira Gullar, un grupo de artistas que conformaron principalmente el grupo de la Ruptura. Es decir, rompieron con el Concretismo como sistema visual basado en la abstracción geométrica.
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Se unió con el artista plástico Hélio Oiticica para encabezar el Movimiento Neoconcreto, el cual promulgaba un arte subjetivo y orgánico, donde el espectador tenía un rol fundamental manipulando objetos móviles tridimensionales y modificando su apariencia. Se proponían abolir el rol tradicional del objeto frente al espectador contemplativo.
La primera década de su carrera artística. Lygia la dedicó a la abstracción geométrica en la creación de pequeñas pinturas en blanco y negro y esculturas neoconcretas. Tiempo después evoluciona hasta una experiencia sensorial, siempre orientada a cuestionar los códigos vigentes y en convertir al espectador en partícipe fundamental de la experiencia artística. Y para mediados de la década del 60 sus creaciones se transforman en propuestas de carácter performático y de investigación sensorial.
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Arte sensorial
Dentro de sus propuestas sensoriales y de arte enfocado al performance, tenemos «Máscaras sensoriais». Se tratan de un conjunto de máscaras idénticas hechas de tejidos, que sólo varían por los estímulos sensoriales que las caracterizan y los colores que la designan: verde, rosa, azul, morada, cereza, blanca y negra. Cuentan con olores distintos, dispositivos especiales que alteran la audición y una especie de gafas con perspectivas visuales diversas. A la altura de los ojos, se observan dos orificios donde se han cosido distintos materiales para provocar estímulos visuales característicos, según el proyecto de cada máscara.
Y por otro lado tenemos «Máscara abismo». La cual fue parte de su serie Nostalgia of the Body, donde los ojos fueron vendados e incorporó grandes bolsas de aire de plástico jaladas por piedras que colgaban de bolsas hechas de red. Los objetos produjeron sensaciones reales e imaginarias que tenían como objetivo conectar los espacios interiores y exteriores del cuerpo.
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Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.