María Sabina, «La mujer estrella», rezaba y cantaba. Sus palabras fueron alivio para muchas almas y en eso residió su poder chamánico. Ésta sabía mujer compartió además de sus palabras, sus grandes conocimientos sobre los hongos sagrados de los mazatecas y sus rituales para curar quien la buscara. Llegó a tener gran fama internacional que innumerables personajes de su época acudieron con ella para ser guiados a través de aquellos mundos intangibles. Por ejemplo: Jim Morrison hasta Walt Disney, Aldous Huxley, Bob Dylan y hasta John Lennon.
Su nombre completo era María Sabina Magdalena García, fue la máxima curandera y chamana mazateca del estado de Oaxaca. Ella y sus «niños santos» desafiaron a la medicina, María Sabina usó durante décadas el hongo conocido como ganoderma lucidum.
MARÍA SABINA, MUJER ESPÍRITU: UN DOCUMENTAL SOBRE LA FAMOSA CURANDERA MEXICANA
La curandera llevaba el poder en sus conocimientos y en sus cantos, por lo que la palabra era un elemento muy fuerte que usaba para curar. A continuación te compartimos uno de los poemas encontrados entre la infinidad de rezos y canciones que empleaba. El «Poema de María Sabina» fue publicado en la revista Círculo de Poesía.
ELLOS SON LOS GRANDES CHAMANES DE MÉXICO
Poema de María Sabina
Soy la mujer que sólo nací.
Soy la mujer que sola caí.
Soy la mujer que espera.
Soy la mujer que examina.
Soy la mujer que mira hacia adentro.
Soy la mujer que mira debajo del agua.
Soy la nadadora sagrada
porque puedo nadar en lo grandioso.
Soy la mujer luna.
Soy la mujer que vuela.
Soy la mujer aerolito.
Soy la mujer constelación huarache.
Soy la mujer constelación bastón.
Soy la mujer estrella, Dios
porque vengo recorriendo los lugares desde su origen.
HONGOS ALUCINÓGENOS, DÓNDE COMERLOS EN MÉXICO
Soy la mujer de la brisa.
Soy la mujer rocío fresco.
Soy la mujer del alba.
Soy la mujer del crepúsculo.
Soy la mujer que brota.
Soy la mujer arrancada.
Soy la mujer que llora.
Soy la mujer que chifla.
Soy la mujer que hace sonar.
Soy la mujer tamborista.
Soy la mujer trompetista.
Soy la mujer violinista.
Soy la mujer que alegra
porque soy la payasa sagrada.
Soy la mujer piedra del sol.
Soy la mujer luz de día.
Soy la mujer que hace girar.
Soy la mujer del cielo.
Soy la mujer de bien.
Soy la mujer espíritu
porque puedo entrar y puedo salir
en el reino de la muerte.
RITUALES PREHISPÁNICOS QUE SEGUIMOS PRACTICANDO EN LA ACTUALIDAD
Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.