La medicina natural está estrechamente ligada con la espiritual. Hoy día, se han hecho grandes esfuerzos por recuperar saberes tradicionales para evitar o disminuir el uso de la medicina occidental y ello ha traído consigo prácticas ancestrales aplicadas la versión moderna de la sociedad. Los rituales de sanación femenina son un gran ejemplo de ello al tratarse de un búsqueda de reconexión con los poderes de la tierra y la limpieza y curación del linaje de las mujeres.
Se puede creer o no en ello, lo cierto es que los rituales de sanación femenina están cada vez más presentes en las búsquedas de las mujeres que en ocasiones, no encuentran una cura absoluta en la medicina «científica». Esto no es una recomendación a ciegas, se trata únicamente de contenido informativo para poder tomar decisiones sobre nuestra salud en todos los ámbitos, basadas en la documentación y el conocImiento.
El arte de conectar con tus guías espirituales
Ritual del huevo de obsidiana
La obsidiana es una roca volcánica muy apreciada por su belleza y propiedades energéticas. Desde el punto de vista holístico, el uso del huevo de obsidiana parte de la conjunción de la medicina tradicional, la vibracional y la alternativa para lograr un tratamiento integral entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Se trata de una herramienta sanadora que ayuda a desbloquear y liberar la memoria sexual uterina y colabora en los procesos de sanación de quistes, miomas, endometriosis, falta de lubricación y fortalece el piso pélvico.
El primero en esta lista de rituales de sanación femenina data de las emperatrices chinas que utilizaban piedras de jade para curarse y fortalecer los músculos vaginales. El uso de la obsidiana es herencia de las mujeres mesoamericanas que atribuían propiedades espirituales a la piedra. Al introducirlo en la vagina, se activa el chakra sexual llamado sacro y se establece un contacto pleno con la energía de la mujer produciendo efectos a nivel físico, emocional y mental.
Los cuarzos y su poderoso efecto energético
El procedimiento de este ritual es sencillo. Consiste en obtener un huevo de obsidiana adecuado al tamaño de nuestro útero, limpiarlo primeramente bajo el baño en luna llena dentro de un recipiente de cristal con agua y sal gruesa. Al amanecer, se expone al sol durante unos minutos y se procede a lavarlo únicamente con jabón neutro y agua potable. Por la noche, se introduce en la vagina. El uso terapeútico puede desencadenar sueños lúcidos que muestren la sombra femenina de lo que hay que trabajar.
Es recomendable llevar un diario mientras se usa para ir observando lo cambios, las similitudes o diferencias de los sueños y el estado emocional de la usuaria. Además de acompañarlo de un procesos de meditación para reconectar con una misma mediante su uso. El huevo puede alojarse varios días dentro de las mujeres, esto significa que está realizando una limpieza más profunda. Para extraerlo, basta relajarse y pujar para recibirlo en las manos y evitar que este se afecte por una caída.
Los 5 mejores rituales para limpiar, purificar y energizar el hogar
Chilcuague
Esta planta crece de manera silvestre en 18 comunidades del norte de Guanajuato, en la Sierra Gorda y en los municipios de San Luis de la Paz, Atarjea, Santa Catarina, Victoria y Xichú. Aunque produce flores, lo que realmente se emplea en los rituales de sanación femenina es la raíz para macerar en alcohol y obtener una tintura de fácil aplicación que puede ayudar como antimicótico, antibiótico, desparasitante, cicatrizante, anestésico, antiinflamatorio y vasodilatador.
Sus usos se han ido diversificando conforme más se estudian sus propiedades. Se trata de un tratamiento muy efectivo para prevenir y combatir infecciones respiratorios, genitourinarias, bucales y dérmicas. Fortalece además el sistema inmunológico, combate el dolor de muelas, muscular y reumático. Es un infalible cicatrizante natural y aumenta las defensas del organismo.
En los rituales de sanación femeninos es empleada a través de su aplicación en la vulva, cuya sensación inicial de picor se ve opacada por una vasodilatación de las paredes vaginales proporcionando efectos de placer y lubricación ayudando también en tratamientos de la candidiasis o infecciones vaginales menores. Se habla de experiencias similares a una sustancia psicotrópica que se experimentan a través de la vulva y el clítoris al sobreestimular sin penetración ni rozamientos. Una buena opción para establecer una buena relación respecto a los sentires y el conocimiento sexual de una misma.
RITUALES PREHISPÁNICOS QUE SEGUIMOS PRACTICANDO EN LA ACTUALIDAD
Ritual del ajo
El ritual del ajo tiene como objetivo limpiar la memoria energética de nuestros útero, ya que limpia el linaje femenino y la energía de las parejas sexuales que queda guardada durante siete años en los campos energéticos. Por otro lado, el ajo nos sana y corta el legado de del linaje ancestral de dolor, abuso, violación de todos esos úteros dañados de madres, abuelas, bisabuelas y brinda una limpieza de los órganos internos. Se trata de un ritual de origen mapuche y perteneciente a la rama de la ginecología natural.
El ritual consiste en introducirse el ajo en la vagina durante tres lunas seguidas, es decir bajo el periodo de tres meses. El ajo debe «cargarse» e intencionarse en luna llena bajo un rezo u oración en donde se exprese lo que se desea sanar. Después se guarda en un lugar fresco y limpio para esperar la Luna Nueva. Al llegar ésta, se deben cortar las puntas del ajo y hacer un corte en forma de «x» en la punta donde sale la raíz.
Se vuelve a realizar un rezo intencionado y se introduce. Esto debe realizarse durante la noche para poder descansar y alcanzar un estado de relajación en el proceso. El ajo sale por sí solo al momento de concluir con la limpieza. Una vez expulsado, se debe enterrar en el jardín o alguna maceta a manera de ofrenda y gratitud. Los colores que toma el ajo proporcionan un panorama sobre el trabajo que realizó dentro del cuerpo femenino:
Transparente : se atribuye a una limpieza fisiológica de los órganos.
Blanco: limpieza de enfermedades y antiflamación del útero.
Verde: sanación profunda del corazón.
Negro: sanación del linaje femenino.
Morado: limpieza del linaje femenino
Rosa: limpieza y sanación de relaciones actuales.
Es importante destacar que este ritual femenino no debe llevarse a cabo por mujeres embarazadas o mujeres que se encuentren menstruando. Si la luna nueva llega mientras una mujer atraviesa el periodo menstrual, puede ingerirlo para no interferir con el proceso del ritual. No se deben mantener relaciones sexuales mientras se realiza el ritual y se debe tener muy en cuenta que este procedimiento aumenta la fertilidad, por lo que si no se desea un embarazo, se tienen que tomar medidas al finalizarlo y reiniciar la vida sexual.
El uso ritualístico de los hongos enteógenos o «niños santos»
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola