El punk fue un movimiento que abrió las puertas a una nueva forma de expresión artística en la música, en las artes visuales, en la moda y en el diseño gráfico; dando origen a un estilo rebelde muy característico. El stencil y el diseño gráfico punk, es uno de los máximos resultados a partir de la revolución dentro de las artes y los medios de comunicación. Es en los años 70 cuando la generación más joven comenzó a sentirse insatisfecha del sistema y cansados de la manipulación de los medios de comunicación que ya no parecían preocuparse por ellos decidieron empezar su propia rebelión.
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Como bien recordaremos fue en EUA e Inglaterra donde se encontraba el epicentro del punk, exactamente en sus respectivas ciudades. The Ramones de Nueva York y The Sex Pistols en Londres lideraron el levantamiento de lo que parecía ser una pequeña minoría, a un verdadero fenómeno de masas que trascendió en la historia de la humanidad.
Como era de esperarse toda esta nueva ideología influyó en la manera de expresarse a través de las artes gráficas, retomaron lo que más coincidió con la ideología punk. Muy pronto la estética, el ambiente agresivo, contemporáneo, urbano, crudo, efímero, instantáneo, regresivo y regurgitado se vio plasmado en diferentes soportes gráficos.
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Elementos del diseño y el DIY
Principalmente el movimiento giró en torno a la música por eso, los que buscaban alternativas para su publicidad y darse a conocer se dio por parte de los músicos. De aquí que surge la filosofía del «hazlo tu mismo» o DIY. Las bandas crearon sus propias portadas de discos, flyers de conciertos y fanzines auto-publicados. Por que era más práctico y para mostrar autonomía de lo que estaba sucediendo en la industria en general. Todos buscaron mantenerse fuera de los medios capitalistas y de consumismo, además de que no todos tenían el mismo acceso para ciertas tecnologías.
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La explosión gráfica
Las imágenes en contra del sistema adoptaron una variedad de métodos para mostrar sus mensajes simples, sucios y agresivos. Es así como surge el grandioso estilo del collage, sin duda fue un nuevo comienzo que llevó a los jóvenes a crear y el cielo fue el límite. Usualmente usaban alguna imagen comercial y se intervenía hasta lograr un mensaje con fines revolucionarios. El desdén general del punk por todas las cosas convencionales, se reflejó en el caos que reinaba en cada una de sus composiciones. No había más reglas a la hora de diseñar, los artistas fueron muy libres en ese entonces.
Uno de los ejemplos que hasta nuestros días sigue imponiendo respeto y continúa inspirando es la portada punk más famosa de todos los tiempos. El álbum God Save the Queen de los Sex Pistols.
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El stencil, el grafiti y los fanzines
Otras de las técnicas más utilizadas fueron el stencil y el grafiti en las calles. Donde se aplicaban plantillas debido a que eran muy fáciles de hacer manualmente. Este tipo de gráfica rápidamente saltó a los barrios y muros de los alrededores y se impuso con el mensaje contracultural.
Y por último el medio de comunicación punk por excelencia fue el fanzine. La gráfica punk plasmó su sentir como violencia, rapidez y rebeldía a través de textos ilegibles, fotos a una tinta plana y un desdén aparente por la comprensión de los contenidos. La gráfica era el mensaje, solo eso. Los fanzines eran revistas independientes creadas a mano y distribuidas como propaganda en contra de la sociedad y la clase política.
La publicación más representativa e importante de la época fue Sniffin’ Glue, una revista mensual punk iniciada por Mark Perry en julio de 1976 y lanzada durante aproximadamente un año. El nombre se deriva de una canción de The Ramones «Now I Wanna Sniff Some Glue».
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Cinthia Flores
Fotógrafa y reportera.
